Estamos de acuerdo en que la mayoría de nosotros debemos llevar, por obligación, una vida más bien monótona y rutinaria en pos del desarrollo profesional y de la estabilidad económica. Pero sin duda que existen ciertas cosas que hacen más feliz nuestra existencia, de las que no podemos prescindir ¡Enumeremos!
1-. Tiempo sagrado para compartir con la familia y amigos: Es justo y necesario como dicen por ahí. Porque sin un mínimo de plenitud emocional y afectiva ninguno de nosotros puede funcionar bien, menos de lunes a viernes por ocho horas diarias. Que lo sepan todos los jefes: si no respetan los tiempos libres de sus trabajadores, ¡no habrá producción!
2-. Expectativas laborales: Puede que el sueldo en un empleo no lo sea todo, pero si además no existen posibilidades de desarrollarnos profesionalmente (cursos, post grados, magisters) ni ascender, es mejor comenzar a pensar en entrar al mercado de los que buscan trabajo.
3-. Gratificaciones y vacaciones: Es más que satisfactorio cuando al terminar el año recibimos algún que otro bonito para compensar todos los malos ratos, canas verdes y tiempo invertido en nuestro trabajo. Sobre todo cuando se nos respetan las vacaciones y podemos hacer uso de ellas para poder descansar, desconectarnos y recargarnos de energía.
4-. Empatía y buen ambiente laboral: Con buena onda, todo funciona mejor. Y no se trata de hipismo, hasta las investigaciones de las universidades más serias y conductistas lo plantean: Un trabajador feliz es un trabajador más eficiente. Ciertos detalles, consideraciones y flexibilidades (por ejemplo con las mujeres y madres) son fundamentales para poder sentirnos cómodos en un empleo, comprometernos y proyectarnos en el.
5-. Tiempo de ocio: Y como no se trata de estar como máquinas, esos breves momentos que tenemos –o que nos tomamos- para echar la talla, compartir, prepararnos un café o revisar el Facebook, pueden hacer la jornada laboral más amena y afable.
¿Qué cosas resultan imprescindibles para ti?