Un pequeño mal momento nos puede descolocar un día entero. Que se caiga internet, un problema en el hogar o la pérdida de un cliente. A veces, un simple hecho quita la sonrisa y contamina tu día y el de los demás ¿No les ha sucedido?
Incluso en las situaciones más frustrantes de la vida, nuestra actitud es la que determinará cómo tomaremos los problemas diarios, si dejaremos que nos afecten o si enfrentaremos cara a cara las situaciones negativas y les responderemos con una sonrisa. La actitud y la energía con la que enfrentes las caídas, determinará cómo será el resto del día.
Si usted, que está leyendo esto, tiene una disposición negativa, pesimista y crees que la vida está llena de problemas, provocarás que las decisiones de tu vida traigan más dificultades que soluciones a ésta.
Por otro lado, si enfrentas la vida con una actitud positiva y con la mente abierta, probablemente los acontecimientos de tu día a día sean los que siempre deseaste. Estas personas se atreven a probar cosas nuevas, a tomar riesgos emocionales y a aprender de las victorias y derrotas. Ellos tienen más probabilidades de encontrar soluciones, cambiar de marcha cuando sea necesario, y ver el lado positivo de la mayoría de las situaciones. También reciben más apoyo de los empleados, compañeros, amigos y familiares.
¿Con qué disposición TÚ enfrentas la vida? Si tu actitud es a menudo negativa, piensa en cómo te sientes normalmente, tanto emocional como físicamente.¿Podría tu mundo ser mejor? ¿Podría tu salud ser mejor? ¿Se puede reducir el estrés de tu vida? Sí se puede ¿No cierto? Entonces se hora de hacerlo!
Acá puedes ver tres simples pasos para eliminar la negatividad de tu vida:
1.- Reformula tus pensamientos:
Cuando te encuentres pensando depresivamente en cosas como "nunca funcionará", o "nunca podré tomar un descanso" , pregúntate: ¿En verdad pienso eso o sólo me lo estoy haciendo creer para conformarme? La solución a esto es fácil: reformula tus pensamientos, toma ese pensamiento negativo y haz una lista de razones por la cual estás equivocado al pensar que algo no se puede hacer. Así de fácil, amigo/a. Ahora, sabiendo que estás pensando eso de puro negativo, en lugar de "que no va a funcionar", pruebe con "es difícil, pero tal vez haya una forma de hacerlo funcionar". Encontrarás la solución a muchas cosas.
2.- Reformula tus comentarios:
Cuando una declaración negativa esté a punto de salir de tu boca, mejor guárdalo. Naturalmente, las personas responden a la defensiva cuando se dicen cosas negativas, incluso cuando no van dirigidas hacia ellas. En lugar de decir a alguien lo mal que está tu día, mejor pregúntale cómo está el día de él/ella. Por último, si tu jornada no ha sido la mejor, elige esos pequeños momentos en que las cosas han ido bien y compártelas con la gente. Los pensamientos negativos déjalos para nadie. Pronto encontrarás que centrarse en los aspectos positivos de una situación funciona de maravillas.
3.- Reformular tus críticas
Emitir pensamientos negativos sobre ti mismo u otra persona disminuye tu energía, tanto física como emocionalmente ¿No te sientes más cansado cuando has tenido un mal día? En lugar de buscar las cosas que las personas (incluyéndote a ti) hacen mal, busca las buenas cualidades y características de ellos. Este es un experimento divertido, porque la gente se presenta en la vida tal y como tú los vez. Si por lo general ves a alguien no coopera mucho con la gente, por ejemplo, siempre será el lado que observes de esa personas. Si buscas un atributo más favorable de esa persona, pronto verás que, en verdad, lo tuyo era sólo un prejuicio.
Así de simple es la cosa, amigos.
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