Una tendencia en aumento hoy en día en el mundo laboral es el trabajo remoto o desde el hogar. Dado que las empresas y la tecnología evolucionan constantemente, trabajar en la casa se está considerando algo de lo más "normal".
Debido a esto, las empresas ya están creando planes para poder entregar flexibilidad laboral a sus trabajadores. Para los empleados, la realidad de trabajar desde la casa a veces puede ser una sorpresa nunca esperada. Gran parte de la gente se centra de inmediato en los beneficios: no viajar nunca más, evitar el transporte público y estar en un ambiente más cómodo, con tus propias cosas. Pero OJO, que también hay desventajas, especialmente por los malos hábitos que se pueden generar cuando te desempeñas desde el hogar.
"Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad", decía el tío Ben y se puede aplicar a la flexibilidad laboral en todo ámbito. Porque trabajar desde casa puede ser muy divertido, pero también muy riesgoso, revisa acá algunos consejos que te ayudarán a trabajar desde la comodidad del hogar.
1. Mantén la misma rutina de la oficina. No por trabajar desde la casa podrás despertar desde la casa. Existe una falsa expectativa de que al trabajar el hogar, puedo despertarme a la hora en la cual entraba a la oficina. Si ingresabas a las 9 AM al trabajo ¿piensas levantarte a las 9 AM? Difícilmente podrás rendir con la almohada pegada a tu cabeza todavía.
Levántate a la misma hora de siempre. Dúchate y desayuna pensando en que debes salir a la oficina, pero no es así. Mantener la rutina te ayudará a no tener un cambio de mentalidad.
Es muy tentador dormir un par de horas más, pero puede ser que tu productividad disminuya drásticamente y que eso signifique el adiós a tu empleo.
2. Crear un espacio de trabajo separado. Crea un espacio de trabajo alejado de tu pieza. Siempre es bueno contar con una habitación vacía para realizar esta labor. Incluso si es sólo un escritorio con un notebook en el living. Evita crear un espacio que tenga distracciones típicas de tu hogar, como la televisión.
Si vives con otras personas, asegúrate de establecer los límites que separan estar en el hogar con realizar tu trabajo. Un buen consejo es crear una "barrera" física para esto, como un biombo o una puerta.
3. No mezclar las tareas del hogar con el empleo. Por más que estés en tu casa, el horario de trabajo es el mismo. Si estás en pleno trabajo, no te vayas a lavar los platos o a barrer la casa, porque después será muy difícil volver a concentrarte en el trabajo.
Cualquier distracción fácil significa que no estás listo para trabajar desde el hogar, por lo tanto debes crear una cultura laboral para la casa. En tu horario de trabajo no te distraigas, así de simple. Si te dedicas 100% a tu labor, terminarás mucho antes y así podrás dedicar tiempo a las cosas que tú quieres.
Mantén un horario apretado y sigue manteniendo una separación entre tu vida laboral y las tareas del hogar.
4. Asegúrate de que los demás sepan que estás trabajando. La gente que te rodea puede pensar que al trabajar desde tu hogar estarás más relajado. A lo mejor la gente creerá que no estás realmente trabajando. Las invitaciones a salir te pueden aumentar durante el día, así que debes estar preparado para decir que no o establecer un horario fijo para el relajo. Quizás invitar a gente a comer a la misma hora siempre.
Debes dejar en claro que lo único que ha cambiado es el espacio de trabajo.
5. Mantenerte conectado. La tecnología actual hace que sea más fácil que nunca el mantenerse conectados con tus compañeros de trabajo. Probablemente Google Docs o Evernote sean tus amigos inseparables cuando comiences a trabajar desde el hogar. Dropbox mantendrá tus archivos del trabajo en tu hogar y Skype será tu salvador en las videoconferencias.
Debes asegurarte de que tu computador de escritorio o notebook tiene todos los programas necesarios para trabajar desde el hogar. Si son gratuitos, descargarlos de inmediato y si son pagados hablar con tu empleador para que te entregue licencias de software.
6. Por último, pero no menos importante, debes mantenerte al tanto de lo que ocurre en la oficina. Lo más importante, cuando se trabaja desde la casa, es asegurarse de que tu ausencia se note lo menos posible y prestar mucha atención a las llamados, mails y conversaciones en línea. Debes seguir siendo un participante activo de la empresa. Si no haces esto, tu equipo puede olvidarse de ti y finalmente considerar que no estás trabajando con el mismo empeño o peor aún, descubrir que el pasar tan desapercibido significa que la empresa puede continuar sin ti.