La falta de orden es algo que puede ser frecuente en muchas personas, quienes generalmente no tienen ningún problema conviviendo con él. “Yo entiendo mi desorden”, se excusan algunos. ¿Pero qué pasa cuando esta situación se traslada de la casa al trabajo?
Según algunos, las personas que tienen su escritorio ordenado, tienden a ser más confiables, orientadas a planificar las tareas y hacer el trabajo a tiempo. Además, los especialistas en Recursos Humanos señalan que la acumulación de papeles transmite la sensación de estar siempre retrasado. También puede cansar el cerebro, ya que se ve forzado a pensar en varias cosas a la vez.
Independiente de lo que digan unos u otros, es innegable que el desorden en el trabajo puede causar mala impresión e incentivar la desorganización. Quizás terminemos olvidando papeles importantes o acumulando material antiguo que nos cofnunda. Por eso, ¿cómo podemos lidiar con nuestro caótico orden?
Una buena recomendación es “tener encima de la mesa la tarea en la que se esté trabajando justo en ese momento. El resto de asuntos deben estar almacenados o archivados en grupos fáciles de encontrar y con un máximo de 10 asuntos por grupo”, aconseja Gustavo Piera, de Time Manager International, compañía dedicada a la consultoría y formación en Recursos Humanos.
Para comenzar a cambiar la organización de nuestro escritorio, puede resultar necesario empezar desde cero. Prueba despejando totalmente la mesa, con excepción de aquello en lo que se está trabajando. De esta manera, podrás mentalizarte y concentrarte solamente en esa tarea.
Igualmente, suele suceder que los papeles se acumulan inevitablemente, pero ante esta situación lo mejor es separarlos en organizadores o carpetas. Aquí es importante crear distintas categorías que te faciliten encontrar algo la próxima vez que quieras buscar algo.
Por ejemplo, Piera recomienda tener un apartado con asuntos en los que se trabaja en la actualidad, otro para los de consulta frecuente y acceso rápido y, un tercero donde archives asuntos cerrados que son necesarios conservar. Si eres bueno para los "cachureos", tampoco olvides un basurero o recipiente para el reciclaje. Atrévete a deshacerte de eso que ya no necesitas.
Como consuelo, un escritorio desordenado tampoco es algo completamente malo. De hecho, según un estudio publicado en la revista Psychological Science, esta situación es una tendencia entre las personas "creativas". Así que te niegas a dejar tu desorden de lado, opta por esto último.
Foto: vía Wikimedia Commons