Pasar por un mal trabajo desmotiva a cualquier persona y nadie está libre de llegar a una empresa que estaba lejos de ser lo que esperábamos. Esto ocurre, principalmente, porque cuando buscamos empleos aceptamos la primera oferta que venga a nuestras manos. Es dinero y lo necesitamos.
Algunas personas comienzan sus primeras semanas de trabajo y ya saben que no están en el lugar que quieren, pero aún así no abandonarán el bote porque necesitan el dinero ¿Qué es más importante en este caso: felicidad o el sueldo? En mi caso, no podría aguantar más de un mes en un trabajo que odie, por más grande que el salario sea.
Si se encuentran en la búsqueda de un trabajo nuevo, pero ya no quieren vivir otra vez la experiencia de ver como nada era lo que soñaban ¿Cómo pueden estar seguros de que serán felices en su siguiente empleo? Esta es una guía para tener una mayor seguridad en el tema:
1.- Tenlo por escrito
- Cuando te ofrezcan un empleo, asegúrate que quede por escrito con lujo de detalle las labores que tienes que realizar para la empresa. Debes tener una descripción escrita de tus responsabilidades durante los primeros meses de trabajo, asumiendo que tu labor más adelante en la empresa puede varias. Te servirá como respaldo frente a cualquier problema con tu empleador.
- También debes asegurarte de tener un resumen de tu contrato con todos los puntos claves, bonificaciones y cualquier otra cosas que hayas negociado previamente. Esto, principalmente, por si algún día debes enfrentarte a un jefe nuevo.
2.- Ten la historia
- Cuando ya tengas el empleo, no tengas miedo de preguntar por qué la vacante estaba abierta. Si hubo algún inconveniente previo te gustaría saberlo, para conocer bien el puesto al que estás llegando. Si es un trabajo nuevo en la empresa, debes estar preparado y preguntar por qué crearon ese nuevo puesto y cuál es la meta.
- ¿Cuánta gente pasó por ese puesto en los últimos años? Si ha pasado mucha gente, es porque hay un problema dentro de la empresa y tú puedes ser el próximo afectado.
3.- Conoce a la gente
- Descubre qué opina el jefe sobre sus empleados, así tendrás una visión global de cómo es la gente de la oficina. Pregunta cuánta gente hay en el lugar de trabajo y si existe un buen ambiente laboral. También querrás saber qué opinan los mismos empleados sobre su líder. Tener una mirada de esto te ayudará a saber con exactitud en qué te estás metiendo.
4.- Usa LinkedIn
- ¿Tienen los trabajadores de la empresa cuenta en LinkedIn? ¿Qué tan orgullosos están con su empleo? LinkedIn te puede ayudar a saber qué tan satisfecha está la gente con el trabajo, si se quieren ir o si están a gusto en sus puestos.
- LinkedIn te puede ayudar a saber si hay personas dentro de tus contactos que conocen la empresa a la cual vas a entrar. Por último, si es que conocen a algún trabajador. Puede ser un trabajo de espionaje arduo, pero ten por seguro que deseas saber si serás feliz en tu próximo empleo.
5.- Averigua como van las finanzas de la empresa
- Lo más obvio es que quieras entrar a un negocio que le esté yendo bien económicamente ¿no? Estás en todo tu derecho de preguntar cómo se ve el futuro de la empresa y si puedes sentirte seguro durante un buen tiempo en ella.
- Lo más probable es que en alguna ocasión te encuentres con una Start-up, cuyos métodos de negocios pueden ser muy variables ¿Cómo llegan ingresos a estos emprendimientos? Pregunta a los jefes y de esa forma, tú también podrás aportar a que el trabajo se cumpla y que entren ingresos.
6.- "Googlea"
- Finalmente, tenemos al Dios Google, él nos puede dar toda la información que deseemos sobre la empresa. Quizás descubramos que estamos llegando al mejor lugar de la vida o puede que nos encontremos con algún sucio secreto de la empresa. Debemos correr el riesgo.