La universidad no sólo te permite tener más independencia y tomar tus propias decisiones, sino que también te invita a ser partícipe de acontecimientos que solo se viven cuando cursas estudios superiores. Ser parte de la federación de tu U es uno de ellos. Ya que tener un cargo político universitario es algo que te entregará una experiencia única que conlleva muchas responsabilidades al igual que beneficios.
Antes de comenzar tienes que saber bien qué significa ser parte de una federación de estudiantes. Si bien, la mayoría de las obligaciones cambia ya que son determinadas por cada lista y universidad, siempre busca mejoras para todo el plantel. En el caso de los centro de alumnos se focaliza solo en las demandas de tu carrera. Sin embargo, en ambas se repite la idea de representar y velar para que los derechos e intereses de los alumnos se cumplan.
El primer paso para una carrera política universitaria es conocer los requerimientos que son obligatorios para los postulantes. Generalmente, los más comunes son no tener problemas de notas o asistencia, tener una lista a la cual representar y poseer ideas claras. Además tienes que hacerte la idea de que tendrás que asistir a largas reuniones, negociar con altos cargos académicos y tener responsabilidades extras. Por eso necesitarás de mucho tiempo extra.
Igualmente es importante conocer a quiénes tendremos a nuestro lado. Rodearse de buenos amigos quizás pueda sonar entretenido, sin embargo, es necesario que entiendas que debes centrarte en aquellos compañeros que trabajen mejor y que puedan ser un aporte a las ideas que compartes. Si buscar ser parte de la federación es importante que reclutes gente de carreras distintas a la tuya, para que te den un punto de vista diferente.
Existen algunos beneficios que te otorga tanto el participar de las elecciones como ser parte de una lista. En el primer caso, tener el poder de decisión y elegir a aquellos con los que crees compartir opinión e ideología no tiene precio. Ahora cuando eres tú el que se postula adquieres nuevas experiencias, contactos, amistades y madurez.
Finalmente, si no postulas siempre debes votar. Elegir a tus representantes más que un derecho se convierte en un deber. A su vez, adquieres todo el derecho de reclamar por si las cosas no van del todo bien, o incluso, te sirve para de una vez por todas, comiences a tomar decisiones realmente importantes que repercutirán en tu futuro.
Y tú, ¿piensas ser parte de la federación de tu universidad?