Un jefe o un líder es tan bueno como lo es su equipo de trabajo. Él tiene que hacer todo lo posible para llegar a las personas adecuadas en su trabajo y darles algo que los anime a trabajar al 100% y con fidelidad.
El trabajo de cualquier jefe es crear un ambiente donde todo el mundo sea feliz. El éxito o fracaso del equipo de trabajo es su total responsabilidad. Para ello no sólo un buen liderazgo es clave, también hay que saber ofrecer otras cosas a nuestro trabajadores, no sólo un sueldo digno. Un buen líder le da a su equipo las siguientes cosas: transparencia, responsabilidad, normas y comunicación abierta.
1.- Transparencia
Su equipo tiene que saber siempre como y hacia dónde va el negocio, junto con conocer cuál es el plan para llegar allí ¿Nos está yendo mal? ¿Superamos nuestras expectativas? Un jefe no debe dejar de lado a los trabajadores, aunque estos no sean temas para los que fueron contratados. Un empleado quiere saber que tiene la confianza de su jefe y que existe total transparencia sobre la realidad del negocio.
Que un jefe sea claro con sus trabajadores es clave para lograr que todos en la empresa apunten en la misma dirección. La transparencia sirve para reconocer si hay alguien que esté remando hacia otro lado por no tener claro cuál es el plan del negocio.. Al final, hemos decidido construir un mercado en línea dirigido a conectar a las personas.
2.- Conocer las responsabilidades del equipo
Además de una dirección clara, todos deben tener bien claro qué es lo que porta a la empresa, así entre compañeros no se comienzan a exigir labores que no corersponden. Cada miembro del equipo tiene que saber no sólo sus reponsabilidades, sino también las del resto de la empresa. Un trabajador desinformado corre el riesgo de inmiscuirse en las labores de otro y generado una confusión e incluso problemas.
Por otra parte, un trabajador que conoce las labores del resto tiene la oportunidad de saber a quién dirigirse cuando tiene alguna idea que no forma parte de sus responsabilidades, pero que sí puede ser de utilidad para el resto. La información clara permite un mejor trabajo en equipo.
Cada persona tiene que saber qué cuál es su función para hacer funcionar la máquina (empresa). Quién maneja el timón de esta embarcación debe saber que debe estar allí y no en la cocina, por ejemplo. Cada persona debe saber cuál es su trabajo en el barco para que siempre se llegue a destino de la mejor forma.
3.- Normas de evaluación
Una vez que las responsabilidades están perfectamente definidas, la gente necesita saber cómo se medirá el desempeño de sus funciones. Los trabajadores deben tener en claro que se espera de ellos y no dejar ninguna duda al respecto. Cada miembro del equipo quiere saber si está haciendo un buen trabajo, y todos queremos saber si nuestros compañeros lo están haciendo también. Los jefes siempre tienden a decir lo que quieren del trabajador pero no cómo lo evaluarán.
¿Qué pasa si yo quiero lograr lo que se me pidió de una forma que no es del agrado del empleador? El único que perderá seré yo, pues sufro el riesgo de quedar sin trabajo por una confusión que podría haber sido perfectamente evitada. El buen jefe debe dejar en claro los objetivos y los métodos de evaluación, además de dar al trabajador la posibilidad de plantear sus opiniones al respecto.
4.- Comunicación abierta y reatroalimentada
Cuando un jefe ya ha planteado a sus trabajadores las responsabilidades y normas de evaluación de la empresa, debe dar un espacio de comunicación abierta con sus trabajadores con el fin de asegurar la plena transparencia y la confianza del equipo. Un empleado puede no estar de acuerdo con ciertos criterios del jefe y también puede tener muy buenos argumentos para defender su idea. Todos deben tener la oportunidad de compartir sus opiniones abiertamente, incluso de forma anónima. Una buena reatrolimentación permitirá a jefes y trabajadores saber si el buen ambiente laboral es sólo una fachada y que en verdad existen conflictos que deben ser resueltos.
El jefe es el responsable de las gestiones del equipo. No existe una fórmula mágica para lograr el éxito de una empresa, pero seguir estos pasos te ayudará a reconocer cómo todo el mundo piensa en tu trabajo.