Para nadie es un misterio que las condiciones laborales han empeorado en los últimos años. La generaciones de nuestros padres y abuelos solían hacer carrera en una empresa, y con tener cuarto medio se podía llegar bien alto en la empresa o lugar de trabajo.
Hoy en día existe un altísimo nivel de competencia, y se exige un currículum cada vez más calificado. A eso hay que sumarle que las condiciones de trabajo se han precarizado al punto de que muchos trabajos son de subcontrato. Con esto se evita la sindicalización, y la acumulación de años de servicio.
Recordemos que antes el trabajador o empleado acumulaba los años de servicio en una empresa, y en el caso de ser despedido se cancelaba la indemnización tomando en cuenta el total de los mencionados años. El 14 de agosto de 1981, el Gobierno de Pinochet modificó esta ley dejando a la indemnización con un tope máximo de 11 años, aunque hubiera trabajado más años de lo que indica ese tope.
Por otra parte, dentro de las condiciones precarias de trabajo, existen ciertas facultades para que los empleadores puedan contratar a trabajadores en el caso de exista una huelga en su empresa. En estos casos, y en el contexto de una negociación colectiva, el empleador no puede despedir a sus trabajadores, pero pueden contratar a trabajadores de reemplazo cumpliendo con ciertos requisitos.
El primero de ellos es haber realizado una oferta por escrito a los trabajadores y haber entregado una copia a la Inspección del Trabajo. Además, la oferta debe realizarse con dos días de anticipación a la fecha pactada por los trabajadores para votar la huelga, debe contemplar una reajustabilidad mínima anual según IPC excluidos los últimos 12 meses, y ofrecer un bono de reemplazo, que ascenderá a la cifra equivalente a cuatro unidades de fomento por cada trabajador contratado como reemplazante.
Por último, es tú deber informarte de las condiciones laborales existentes, y de todos tus derechos para que no te pasen a llevar. Recuerda que el trabajo es una relación recíproca entre tú y tu empleador, y por ende, no se trata de que te estén haciendo un favor dándote un empleo. Con tu trabajo estás enriqueciendo el bolsillo de alguien, y por ende, es tu obligación defender tus derechos.
Y tú, ¿estás consciente de tus beneficios laborales?