Para nadie es un misterio que la salud chilena se encuentra en crisis. Largas horas de espera en los centros de asistencia pública, falta de médicos especialistas y condiciones indignas de atención a los y las pacientes son solo algunos de los ejemplos de esta crítica situación.
A todo esto hay que sumarle las deficientes atenciones y coberturas de salud mental, y especialmente la salud bucal. Estos son derechos establecidos constitucionalmente, y se calcula que siete de cada diez chilenos y chilenas no tiene acceso a prestaciones de salud odontológica.
El motivo principal es el alto precio de este servicio, que cuenta con escasa o nula cobertura de parte de Fonasa y las Isapres.
Las Naciones Unidas, en un informe de Enfermedades No Transmisibles, señaló que la salud bucal tiene el mismo riesgo que las principales enfermedades crónicas, y por ende, deben recibir el mismo tratamiento que cualquier otra dolencia.
El Colegio de Dentistas de Chile hizo un llamado a fomentar políticas que tiendan a facilitar el acceso de la población a este tipo de atenciones de salud. Según el ente profesional, la atención odontológica involucra un bienestar de salud, estético, social y sicológico.
El doctor Roberto Irribarra, presidente del gremio, señaló que “la realidad indica que hay una relación directamente proporcional entre estrato socioeconómico y estado de los dientes. Es decir, los sectores más desposeídos de la población tienen mayor prevalencia de enfermedades bucales que los sectores de mayores ingresos y mejor acceso”.
Además agregó que es necesario realizar una evaluación a nivel nacional del estado real de la población, con el fin de poder elaborar un plan que aborde esta problemática. Esto sería un paso importante en la historia de la salud pública chilena, puesto que la salud dental nunca ha sido prioridad para las autoridades competentes.
Según cifras del Colegio de Dentistas, más del 80 por ciento tiene caries, y la población está demandando mejores condiciones para la atención odontológica. “Existen los profesionales para abordar esta problemática, pero lo que falta son medidas para lograr mayor acceso de la población a las prestaciones odontológicas”, sentenció el profesional.
Cabe recordar que en el Gobierno de Ricardo Lagos se llevó adelante una iniciativa llamada ‘Sonrisa de Mujer’ que permitió que 25 mil mujeres pudieran arreglar su dentadura. La iniciativa fue financiada por créditos otorgados por el Banco Estado, y en menor medida por el aporte de la empresa privada. De todas maneras se trata de una ayuda periférica, en comparación con la realidad de la mayoría de la población que urge más facilidades y políticas públicas para solucionar este problema de salud.
La deficiente atención odontológica es solo un ejemplo de la nefasta salud pública existente en Chile. Si las cifras macroeconómicas hablan del buen estado del país, la salud debería ser prioridad a la hora de solucionar los problemas más urgentes de la población.