Es claro que ya estamos en los descuentos para terminar el 2013, y el cansancio comienza a notarse más de la cuenta. A veces, estamos más enojones o andamos con sueño todo el día, y siempre le echamos la culpa al fin de semestre.
Pero hay que tener ojo con esto, porque ese mismo estrés puede estar desencadenando problemas mayores e, incluso, una depresión, que si no la tratamos a tiempo y en forma adecuada puede transformarse en un peso muy incómodo en nuestras vidas.
Antes que todo, aclaremos algo: la depresión es una enfermedad. Y fuera de las bromas que se generan cuando alguien anda bajoneado, es importante entender que pueden existir razones importantes que lo lleven a este estado de ánimo, por lo que es mejor fijarse en los síntomas antes de juzgar.
En palabras del psicólogo Francisco Arancibia, “los jóvenes que están estudiando una carrera universitarias se exponen a períodos de mucho estrés y presión académica, frente a eso -y a diferencia del colegio-, está bajo su absoluta responsabilidad el rendir académicamente, como también lo referido al cumplimiento de asistencia mínima y de trabajos e investigaciones”.
Si te sientes desganado o muy estresado, pon atención a estos síntomas:
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Falta de motivación, desgano generalizado o tristeza.
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Irritabilidad.
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Falta de energía y cansancio permanente.
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Falta de interés (en actividades recreativas o en cosas que antes te gustaban).
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Alteración o trastorno del sueño (duermes mucho o duermes muy poco).
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Dificultad para concentrarte.
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Cambios en el apetito (dejamos de comer o nos comemos todo lo que pillamos).
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Cambios en el peso (debido al punto anterior).
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Disminución en el rendimiento académico.
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Distanciamiento del grupo de amigos (pensar que uno es reemplazable).
Por otra parte, al decir de la psicóloga Carolina López, es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden conllevar otros problemas como, por ejemplo, el aumento en el consumo de drogas y alcohol “con el fin de evadir la angustia o la falta de motivación”.
Como ven, la cosa es más seria de lo que pensamos, y es por eso que lo más recomendable es que si sientes que tienes alguno o varios de estos síntomas pidas ayuda o recurras a un especialista para poder enfrentar de la mejor manera esta última patita del año. Con buena onda y un poco más de energía la cosa se hace más fácil y agradable.
¡A no descuidarse, ya vienen las vacaciones y podremos recargar las pilas!
Imagen con Creative Commons sacada de Flickr.