Cuando hablamos de monitos animados antiguos o de las canciones que bailábamos cuando chicos, la nostalgia por años pasados une a muchos. Pero además de los programas o música que dejamos atrás, también hay ciertas costumbres cotidianas que pasaron a la historia, y que ya casi no recordamos. A continuación un compilado de algunas de las cosas que hacíamos en los noventa (o también a principios de los 2000) y que se extinguieron o están a punto de hacerlo:
Telefonía:
- Llamar a teléfono fijo: sin celulares, cuando querías hablar con tus amigos no te quedaba otra que llamar a su casa y preguntar: “aló, ¿se encontrará XXX?”. Si bien aún existen los teléfonos fijos, hay más celulares que personas y cada uno llama al otro a su propio celular.
-No avisar que vas llegando cuando en realidad vas saliendo: en los noventa ponerse de acuerdo para juntarse a una hora era un asunto más serio. Si te atrasabas mucho, la otra persona no tenía cómo saberlo. La mentira piadosa de avisar que llegas en 10 minutos cuando en realidad lo harás en 20, no era una opción.
- El teléfono era un teléfono (y no una extensión de ti): hablar por teléfono era algo que se hacía con suerte un par de veces al día. Estaba allí, tranquilo y silencioso sobre un mueble, esperando ser ocupado. Hoy el celular desplazó al teléfono fijo, suena incesantemente por llamadas, alarmas o notificaciones, y no nos podemos separar de él.
Música - Grabar cassettes de la radio: sin poder bajar música de Internet, la opción era esperar a que en la radio tocaran tu canción favorita, y correr para alcanzar a grabarla en un cassette desde el principio.
- Emocionarte cuando dan un video clip que te gusta: sin You Tube, que un canal transmitiera el video de un tema que te gustaba, era una verdadera alegría. Incluso había canales de televisión a los que podías llamar para pedir tus videos favoritos.
Internet: - Conectarse a través del teléfono y esperar a las ocho: antes del wifi y la banda ancha, la opción era conectarse por medio del teléfono, el cual no funcionaba mientras navegabas por Internet. Además, salía caro conectarse antes de las 8 pm, por lo cual había que esperar hasta esa hora.
- Ir a cibercafés: aunque siguen existiendo, cuando Internet no se había masificado tanto, los cibercafés eran los amos y señores del barrio. Los jóvenes gastaban parte de sus mesadas en ir a uno a revisar su fotolog, y los escolares pasaban largas horas buscando información para sus trabajos.
Televisión:
- Despertarse con los videos clips que ponían en la TV abierta: antes que madrugadores periodistas transmitieran las primeras emisiones de los noticiarios, en la mañana reinaron los video clips a la hora de levantarse. Los acompañaba una voz en off que entregaba algunas informaciones, daba ánimo y algunos recados como “a levantarse Carlitos, que ya va a llegar el bus escolar”.
- No ver realities ni programas de farándula: lo más cercano a uno reality fue la Casa de Vidrio, y las grandes polémicas de la farándula no eran más que un par de peleas de discoteque entre las modelos de turno.
Estudios Hacer trabajos a mano: sin computadores en todas las casas, la opción muchas veces era escribir los trabajos a mano, en hojas de cuadernillo.
Citar Encarta: antes de buscar todo en Wikipedia, había que inserta un CD y adentrarse en el mundo Encarta, o simplemente consultar en los libros.
Juntarse a hacer trabajos presencialmente: en los noventa decir “conectémonos a las nueve para ver qué hacemos con el trabajo” era una opción de ciencia ficción.
Bonus:
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Sacar fotos y esperar revelarlas para ver cómo salieron
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Acordarse de cumpleaños (sin que Facebook te avise)
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Preguntar “¿cuál es tu MSN?” (o ICQ, para los más veteranos)
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Salir a jugar a la calle
¿Recuerdas alguna otra costumbre?