Éxito en los negocios ¿Y mi vida qué?

Historia de hombres y mujeres empresarios exitosos tenemos por montón. La prosperidad, las buenas decisiones, las inversiones de tiempo y capital marcan la pauta para el camino hacia el éxito. Pero… ¿Tengo vida?

No nos encaramos a una cuestión filosófica de la vida, sino simplemente si mi vida va más allá de mi negocio. Si tengo tiempo para mí, para mi familia, pareja, amigos, etc.

Aquellos fanáticos de la vida empresarial, que se gozan en el triunfo laboral tienden a tener muy poco tiempo para dedicarse a ellos mismos. Es cliché la frase de que el dinero no lo es todo, sin embargo, hay para quienes su vida es sinónimo de trabajo.

Vivir no solo conlleva el hecho de respirar, de tener pulso o de poder existir. Es además sentir, experimentar, conocer, aprender, equivocarse, alegrarse, estar triste, entre muchas más.

¿Sientes que has perdido el rumbo? ¿Te has absorbido por los deberes y responsabilidades? ¿Has postergado a los tuyos por la empresa? Si la respuesta es SÍ, es hora de tomar conciencia y darle un giro radical a las cosas.

a) Da un giro: Aunque no te guste leerlo, el único capaz de terminar con la vida rutinaria, eres tú. Eres el dueño y señor de tu vida, si la decisión de hacer las cosas distintas para tener resultados diferentes no parte por ti, nadie más lo hará. Puede que te estés perdiendo de muchas cosas valiosas por tener la vista fijada en una sola cosa, cuando puedes hacer muchas más a la vez.

b) Actúa: No esperes a sentirte preparado, a tener todos los mails respondidos y enviados o a que sea un feriado legal. Debes hacerlo aquí y ahora, el “ahora” es el mejor momento para cambiar tu forma de vivir e invertir en ser más feliz.

c) Se agradecido: La vida te ha dado mucho seguramente. No todo pueden ser episodios felices, pero todos tenemos algo por lo que dar gracias. La familia, los amigos, una pareja, entre otros. Date cuenta ahora que esa gratitud no solo se demuestra con bellas palabras, sino con acciones. No dando regalos que seguramente compras con aquel excedente de tus bolsillos. Regala algo más valioso, aquello que te falta: tiempo.

La vida es una, es corta y debe ser vivida al 100%. No esperes a tener que repetir como Borges, palabras tristes que hablen de lo que no pudiste hacer ayer y que hoy es muy tarde para intentar.

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