Los motivos son distintos pero es un hecho que dejar de tomar es todo un reto. Especialmente cuando se está con amigos o en un carrete, tener un vaso en la mano se vuelve casi una obligación social. Sin embargo, por mucho que tus amigos insistan, dejar de lado la cerveza y el pisco es algo totalmente factible. Solo necesitas un poco de ayuda y tener en cuentas ciertos tips.
Primero, los que están haciendo dieta o simplemente se quieren desintoxicar, es ideal prepararse mentalmente. Lo principal es tener la convicción de que hay que dejar el trago de lado. La prueba de fuego es no aceptar todo lo que te dan y ser fuerte en tu postura.
Una de los grandes problemas de dejar de tomar es sentir que todo es aburrido o que tus amigos arriba de la pelota solo hablan estupideces. Para no convertirte en una vieja amargada hay que cambiar la visión de qué es un carrete. No todo es curarse ni apagar tele. Perfectamente te puedes divertir estando sobrio, quizás las primeras horas van a ser medias fomes, pero después de un tiempo, se te va a olvidar que no tienes nada en la mano.
Lo mejor para no tomar es enfocarte en el carrete en sí. Dedícate en conversar y bailar, si es el caso. También anímate, ser el alma de la fiesta no significa dar jugo hablando incoherencias. Quizás las mejores conversaciones pueden salir de tu versión sobria y mejorada.
La mejor excusa para los amigos insistentes es darles un “motivo”, puede ser que estás manejando, que te duele la guata o que es tu opción personal. Si les dices seriamente que no tomarás aún cuando te lo pidan, dejarán de hacerlo. Después de todo, nadie es tan hinchapelotas.
Generalmente cuando tomamos lo hacemos de una forma casi mecánica. Simplemente se conversa y baila con una vaso en la mano. Por eso, una de las cosas más difíciles es tener es algo en que ocuparse repetitivamente. La solución de esto no está en cambiar una adición por otra, sino en cambiar el copete por la bebida, si estás cuidándote puedes hacerlo por agua. Lo bueno es que nadie te insistirá en que tomes ya que te van a ver con algo.
Una de las virtudes de estar sobrio es no terminar arrepintiéndose de las cosas que no te acuerdas ni tener que lidiar con la caña al otro día. Esto significa que podrás levantarte temprano, salir a correr o ir a la universidad sin odiar tu gran dolor de cabeza.
Ya sabes, dejar de tomar no significa que no habrá diversión ni que se acabará el mundo. Es simplemente una opción que puedes tomar cuando sientas que lo necesitas. Por eso, inténtalo, aunque sea para ver lo simple que es.
Y tú, ¿planeas dejar de tomar?