Virtudes como el desplante, la labia o el siempre bien ponderado “don de la palabra”, que tanto nos ayudaron en nuestra vida universitaria, ya no son suficientes cuando entramos al mundo laboral, especialmente a la hora de realizar una buena presentación ante nuestros jefes y colegas.
Por más que cada uno/a pueda tener su técnica, recurso y estilo, existen recomendaciones que siempre nos pueden dar una ayudita. Toma nota de estos tips:
1-. Antes de desarrollar cualquier presentación es fundamental tener claro el objetivo de ésta para así determinar los recursos que utilizaremos.
2-. Teniendo claro el objetivo podremos comenzar a desarrollar las fases de la presentación: introducción/objetivos, pregunta/hipótesis, desarrollo/argumentos/, conclusiones/reflexión.
3-. Independiente del tipo de presentación (humanista, científica, matemática) es fundamental dar cabida a recursos multimedia como imágenes, videos o gráficos ¡A todos nos es aburrido leer todo el tiempo una presentación! Deben recordar que una imagen vale más que mil palabras. Atrévete con diseños innovadores, flash y una estética que hable por sí sola.
4-. Ya realizada la presentación podremos estudiar la información complementaria que entregaremos al hablar. Es muy importante comprender lo que diremos para que así no sea necesario memorizar, cosa que evitemos ponernos nerviosos y terminemos “disertando” como en el colegio.
5-. Intenta dar desplante a tu exposición, muéstrate relajado y seguro de lo que dices.
6-. Haz preguntas que integren a los demás en tu exposición, reflexiona y trata de generar diálogo (aunque sea visual).
7-. Por último, mantén siempre un vaso de agua a tu alcance por si te pones nervioso o se te seca la boca. ¿Cuáles son tus tips para salir victorioso de una presentación?
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