La vida actual muchas veces trae como resultado la práctica de rutinas que generan aburrimiento y monotonía. El trabajo es una de esas actividades que suelen caer en esas prácticas, y el resultado es que muchas personas ‘sufren’ por tener que levantarse temprano para ir a trabajar con el único incentivo de recibir un sueldo a fin de cada mes.
Steve Nobel escribió un libro llamado “Deja de sufrir en el trabajo”, donde describe la experiencia de trabajar diez años en un banco. El objetivo del libro es entregar herramientas a las personas que se vean agobiadas por la rutina del trabajo, y convertir ese malestar en algo positivo.
Nobel señala que “el sufrimiento sucede; sufrir no tiene ningún mérito; podemos aceptar y transformar el sufrimiento; cuando realmente somos capaces de transformar el sufrimiento, podemos experimentar algo diferente".
Nobel analiza las causas de este fenómeno, y a continuación te presentamos las principales:
- La única motivación es el dinero. Si bien el dinero es el incentivo lógico y principal de cualquier actividad laboral, no puede ser la única motivación. De ser así, la rutina y la desmotivación pueden ser más fuertes que tener esa remuneración mes a mes. El objetivo es también buscar una ambición laboral y profesional.
- La monotonía. Todas aquellas actividades que presentan trabajos mecánicos y definidos son la principal fuente de aburrimiento en el trabajo.
- La exigencia al máximo también puede provocar frustración, estrés y sufrimiento en el trabajo.
- Otras de las causas importantes a la hora de generar estados de resistencia a un determinado trabajo es el estancamiento. Esto ocurre cuando ciertas actividades tienen características bien definidas, de modo que no hay desafíos que cumplir, ya que el trabajo se domina fácilmente.
- La inseguridad laboral también provoca rechazo frente a los trabajos. A diferencia de épocas anteriores, hoy existe más precariedad laboral, y por ende, se generan inseguridades que pueden limitar el bienestar de las personas que trabajan.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Nobel entrega ciertos consejos para evitar terminar odiando el trabajo.
En primer lugar, la idea es tener objetivos claros y definidos de tu rol en tu trabajo, y saber tus potencialidades, con el fin de hacerle el quite a la desmotivación.
Por otra parte, no debes aguantar todas las situaciones en tu trabajo. Debes ser capaz de tener el valor para definir ciertos límites, y señalar si algo te sobrepasa. Con las palabras adecuadas, y el tono preciso, uno puede establecer su punto de vista con firmeza y claridad.
También debes tener la capacidad de adaptarte para ciertos fines de tu trabajo. En la medida de que puedas abarcar distintas áreas de tu labor, podrás tener más herramientas, y de esta manera, tener un valor adicional para tu trabajo.
Aprende a conocerte a ti mismo. Es importante que sepas tus fortalezas y debilidades para desenvolverte con mayor soltura y seguridad en lo que haces.
También es importante aportar una buena dosis de buena onda y humor. El clima organizacional es algo cada vez más cotizado, y aportar con el e buen ambiente te puede dar energía a ti y a los demás.
Y lo último es ponerle pasión a tu actividad. Un poco de voluntad para poner ganas y pasión es algo gratuito, y no pierdes nada intentando. El corazón que le pongas a tu trabajo es algo que puede motivarte a entregar lo mejor de ti. De esta manera puedes darle sentido a lo que haces.
¿Cuál es tu receta para no odiar tu trabajo?
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