Micros que no pasan. Paraderos llenos de personas queriendo ser pasajeros. Horas punta, que transforman calles en atochamientos que ven lejos un fin. Una rutina que encierra a muchos santiaguinos en el traslado de un punto a otro en la capital. El transporte público parece ser la única respuesta. Sin embargo razones sobran para aceitar la bicicleta, ceñirse un casco y dejar que los pedales marquen el ritmo del viaje.
Cada vez son más los capitalinos que optan por la bicicleta, o por lo menos eso afirma la Investigación por la Sustentabilidad realizada por la Universidad Andrés Bello, en que un 7%, de los residentes de esta ciudad, escoge trasladarse a través del uso de este medio.
Marcelo Mena, director del centro de investigación, favorece además la situación de Chile, afirmando que “a diferencia de los países que superan a Chile, estos tienen menos población, las calles son más grandes y cuentan con más ciclovías”.
Sin embargo, la congestión que no es menor si la comparamos con el resto de los países en Latinoamérica, donde Chile ocupa el tercer lugar dentro del continente detrás de países como Uruguay y Paraguay. Nuestro país ostenta la cifra de existencia de un auto por cada 4,3 personas.
El optar por la bicicleta en lugar del automóvil, contribuye a la vez de liberar Santiago de calles hacinadas en vehículos estacionados, mejor la calidad del aire, reducir la contaminación acústica y a lo que Mario Cruz Morales, director de Deportes Dae Santiago de la Universidad San Sebastián, agrega que “con ello contribuirás al reducir los gastos derivados de la construcción y conservación de la infraestructura y de la regulación de la circulación”.
Los efectos positivos en el organismo son conocidos. Sin embargo GranaBike vuelve a recordarlos: de los que se puede mencionar como el reforzamiento del sistema inmunológico, fortalecer el proceso cardiovascular, aumentar la capacidad respiratoria y aceleración del metabolismo.
Además la idea de cambiar al uso de la bicicleta trae beneficios muy perseguidos estos meses.
La campaña de individual de muchos aspirantes a playas y piscinas en el “verano sin polera”, puede ser más accesible con tal de usar la bicicleta. Ahorrando horas de gimnasio y echando abajo dos pájaros de un tiro.
Ahorrar dinero, mejorar el físico, conocer la ciudad y practicar un deporte. Muchos son los valores de montarse a esta iniciativa. Sin embargo no es llegar y subirse la bicicleta. Viajar por la ciudad en dos ruedas puede ser a veces complicado y a veces riesgoso.
Gonzalo García, director de Happy Ciclistas, advierte en su sitio los muchos problemas que producen los usuarios de bicicletas en la ciudad, que muchas veces realizan de forma inconsciente y por rutina. Ya que al desplazarse por la veredas, estos se transforman en un vehículo más y riesgos para los peatones.
Usar casco, estar atento a los peatones, usar ciclovías si es que las hay, mantener las luces traseras y delanteras en buen estado y no andar contra el tránsito vehicular. Son parte de las recomendaciones hechas por García en su sitio, el que espera que muchos que optando por medidas más beneficiosas de transporte, tampoco se transformen en un problema para terceros.
¿Y te subes a la bicicleta o seguirás esperando la micro?
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