Facebook, causante de rupturas amorosas, secretos revelados y cuna del ocio diario, es el enemigo de muchos empleadores, quienes ven en las redes sociales una distracción innecesaria para los trabajadores, argumentando que éstas disminuyen drásticamente su productividad.
Varias son las empresas que tienen cerrado los accesos a las cuentas de Facebook, Twitter u otras, para evitar cualquier tentación de sus empleados, quienes sólo tienen que quedar de brazos cruzados o ingresar a éstas redes a través de otros medios.
Pero ¿Son necesariamente las redes sociales una interrupción en horarios de trabajo?
Existen cuatro razones por las cuales prohibir el acceso a tus empleados puede ser negativo para la empresa:
1.- Sirven para atraer a los empleados jóvenes
Los jóvenes de hoy vienen con las redes sociales impregnadas como ADN, por lo que cualquier trabajo que los aleje de ellas será mal valorado. Aunque pueda ser poco creíble, los jóvenes que buscan empleos consideran la libertad de acción para navegar en la red como un factor fundamental a la hora de escoger un empleo.
2.- No hay apoyo a los trabajadores
Cuando la gente ve que sus gustos son apoyados en el lugar de trabajo, la productividad puede elevarse como espuma. Debemos reconocer que hoy uno de los mayores placeres de la gente es estar conectado a Facebook, por lo que su prohibición genera una baja de ánimo inmediata.
3.- Creas desconfianza
Si te prohiben acceder a redes sociales en tu trabajo es porque piensan que no serás lo suficientemente responsable como para tener libertad de acción en internet. Si no dejas a tus empleados navegar en la web a gusto es porque no crees que ellos puedan estar el tiempo suficiente como para no perder horas de trabajo.
¿Qué problema hay en dejar que un trabajador ocupe unos minutos de su tiempo para relajarse en Facebook?
4.- No generas un balance justo
En un trabajo donde no hay acceso a redes sociales en cierto momento, quizás sí haya permiso para fumar a alguna hora o para tomarse la hora de almuerzo en el momento que lo encuentre necesario ¿Por qué necesidades como esas son distintas al gusto que sienten muchos de acceder a redes sociales?
Si a un empleador no le gustan esos sitios web no debería tomarlo como motivo para prohibir su acceso.
Estos cuatro consejos forman parte de una entrevista a Angelo Kinicki, profesor de Gestión en la Escuela de Negocios WP Carey de la Universidad Estatal de Arizona. El artículo completo lo pueden ver aquí
Foto vía Bobbi Newman