Debemos ser sinceros, siempre decimos que después del dieciocho hay que bajar todo lo comido y bailado para volver a estar saludables pero, esa no es la única razón. ¡Se nos acerca a pasos agigantados el verano! y con él se viene el sol, el calor y cada vez usamos menos ropa acorde a la temperatura de la estación.
Pero además de todo eso, se viene el fin del semestre, por lo que nuestra mente debe estar lo más activa posible y quitarle alimentos no es un buen aliado para el estudio. Es por eso que debemos tener mucho ojo al minuto de comenzar una dieta, ya que no podemos poner en riesgo nuestra salud y nuestro semestre por querer estar en forma.
Mi mamá siempre me decía “Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”, lo que en palabras actuales sería algo así como: vamos comiendo más livianito a medida que pase el día.
Acá te dejamos algunos tips que entregan dietas pensadas para universitarios, las que no quitan mucho tiempo y, lo más importante, entregan todos los nutrientes que debemos tener para seguir funcionando de maravillas hasta dar el último examen en diciembre:
1. La regla número uno que no debe fallar jamás es TOMAR DESAYUNO. Si no lo hacemos nos puede bajar la glucosa y eso afecta nuestro rendimiento (y hasta podemos desmayarnos). Luego de toda una noche de ayuno es súper necesario alimentar nuestro cuerpo para darle energía.
2. No comer demasiado en la noche para que nuestro estómago no trabaje demás. Si lo hacemos trabajar demás despertaremos cansados y no quemaremos esos alimentos como corresponde (engordamos mientras dormimos).
3. Mientras estudiamos evitemos comer dulces, galletas, cositas para picar (papas fritas, ramitas, etc). Es cierto que dan energía en el minuto que las consumimos, pero no ayudan para nada a mantener el peso ni tampoco activan el cerebro. Es mejor consumir frutos secos, un yogurth o un sándwich liviano.
4. La dieta Especial K es el secreto del tigre Tony para estar esbelto. Es una iniciativa de Kellogg’s donde propone incluir sus cereales en dos comida al día (puede ser el desayuno y la cena). Los cereales sin azúcar se pueden mezclar con frutas o lácteos descremados y ayudan a mantener una dieta equilibrada.
5. Si les gusta contar calorías, la dieta de las 1500 calorías al día es la de ustedes. Deberían usas 500 calorías al desayuno, 400 al almuerzo, y 300 en la cena (debe ser la comida más liviana); las 300 calorías que quedan las pueden dividir en las aperitivos entre comidas.
Otros consejos: Tomen mucho líquido, sobretodo agua y jugos naturales con frutas y verduras. De verdad, las frutas y verduras no son nuestros enemigos, al contrario, durante la época de primavera-verano deben ser nuestros mejor aliados. Con ellas podemos hacer exquisitos platos, fáciles, rápidos y frescos. No se salten ninguna comida (3 comidas diarias y dos colaciones entre comidas), y disminuyan el consumo de harinas y azúcar. Si a esto le agregamos un poco de actividad física tres veces por semana, la pérdida de peso será mucho más efectiva. Caminar y andar en bici (mínimo 20 minutos al día) son excelentes maneras de mantenernos actividad
Con todos estos consejos, el verano nos recibirá ¡espléndidas! Lo importante en no dejar de comer, si no que aprender a hacerlo y disfrutar de los alimentos que acompañan esta nueva estación.
Imagen con Creative Commons sacada de Flickr.