Se viene el verano, estación del año donde carreteamos más que nunca por estar de vacaciones. Lo que hace que estemos gastando plata diariamente y, a vista de nuestros viejos, de forma innecesaria. Es ahí cuando empezamos a juntar los vueltos del pan, a robarle las monedas a tu hermano chico o tus tatas y, hasta, empezar a juntar las monedas de $10 para lograr la gran luca salvadora.
Luego que logramos la hazaña y tenemos nuestra preciada luca, debemos pensar bien en qué la ocuparemos; si para cigarros, para la vaca del copete o dejarla guardada para el taxi de vuelta a la casa. De tanto pensar no llegamos a nada y sólo decidimos dejarla guardada en el pantalón “por si acaso”.
Nos juntamos con los amigos, y vamos con objetivo claro a la casa de alguno de ellos que, previamente, había publicado su carrete en facebook. Llegamos y ya hay gente, uno que otro conocido, y lo primero que oyes es “¿un copetito?”, a lo que jamás harás asco, así que vas en busca del alcohol. Empezamos a beber y nuestra luquita sigue guardada.
Luego, con el alcohol nos dan ganas de un puchito (a los que fumamos), pero ¿qué pasa?, no tenemos, y ahí empiezas con cara de pena a pedirle a algún amigo a ver si te puede regalar uno, hasta que no falta el que se va a bailar y deja su cajetilla llena en la mesa de los copetes, GRAVE ERROR, la tentación es más grande así que sin que nadie vea mágicamente aparece en el bolsillo de tu chaqueta, y tu luca sigue intacta.
Ya tenemos alcohol y cigarros gratis, la música se empieza a poner buena, empezamos a bailar, en algunos casos podemos pinchar o no con alguien, pero eso no es tan relevante (por ahora). Hasta que te dan las 7:00 am y el dueño de casa nos mira con cara de “¡Váyanse quiero descansar! Me tienen la casa pa’ la cagá, ¿a quién se le ocurrió echarle pasta de dientes al espejo del baño?, más encima me taparon el wáter y de paso se comieron todo lo que quedaba en el refrigerador, ah! y se me olvidaba saquen al imbécil que está durmiendo entre las plantas de mi mamá y llévenselo”. Luego de este lindo sermón de amistad, decidimos irnos cada uno a sus casas, salimos a tomar un taxi y como muchas veces más de alguno vive en tu misma dirección, tomamos taxi juntos hasta que llegamos a casa y miras a tu amigo con cara de “¡Amigo me gaste todo lo que tenía en el carrete!, ¿pagai´ tú? Te juro que te la devuelvo”. El amigo nos mira con cara de pena y odio a la vez pero no dice que no, así que nos despedimos y entramos a casa.
Así nos damos cuenta de que jamás gastamos la luca que tanto esfuerzo nos costó juntar, y aparte de eso bebimos alcohol gratis y llegamos con puchitos a la casa. Al parecer esa es la nueva forma de carretear con luca, o de ser el mejor amigo bolsero.
Y a ti, ¿te tinca carretear con luca?
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