Se acabaron las fiestas patrias, comenzó la primavera y se acerca octubre. Casi sin darnos cuenta, el año empieza a terminarse. Aunque quedan un par de meses y si tienes problemas con algún ramo, aún estás a tiempo de salvarlo. Es común tener un rojo por ahí o no entender mucho una determinada materia, pero cuando es un ramo entero el que te complica es algo más complejo, pero todavía es solucionable.
En primer lugar, si tienes los recursos, puedes contratar un profesor particular. Si bien esta cómoda opción no siempre te garantiza un éxito seguro, al menos tienes la certeza de que contarás con la ayuda de alguien que domina bien el tema. No obstante, cuánto avances será también responsabilidad tuya. Esta opción es una buena oportunidad para resolver todas las dudas que tengas de forma personalizada.
Por otro lado, si no quieres pagar por clases particulares, siempre puedes recurrir a algún compañero de buena voluntad que pueda ayudarte con la materia. No falta quien es bueno enseñando o que se caracteriza por sus buenos apuntes.
Pero además de buscar ayuda externa, también debes preocuparte por todo lo que puedas realizar por tu cuenta. Si al revisar tu cuaderno abundan las hojas en blanco y los dibujos de cualquier cosa, es mejor que te consigas uno que se encuentre al día.
Especialmente si tienes una memoria que privilegia lo visual, es muy beneficioso escribir la materia de nuevo porque, según un estudio, “la posibilidad de recordar una idea con posterioridad a su exposición se duplica cuando esa idea ha sido antes anotada”.
La investigación comprobó que los estudiantes tenían 50% de posibilidades de recordar la información que había sido previamente anotada, durante un examen. Mientras que aquella que no había sido escrita con anterioridad, tenía solamente un 15% de posibilidades de ser recordada. Así que si no has escrito nada durante todo el semestre, todavía es tiempo de lograr un cuaderno ejemplar.
Asimismo, puedes recurrir a material extra que te ayude a entender mejor la materia. Una buena alternativa es preguntarle al profesor o ayudante para que te guíe mejor. A veces en Internet o en algunos libros que no se consideran en la bibliografía de la asignatura, encuentras explicaciones más claras.
Por ejemplo, la colección de libros “Para Principiantes” cuenta con una amplia gama de temas que son explicados con “peras y manzanas”, o mejor dicho, con historietas. Otra opción son los libros “For Dummies”.
Por último, dicen que la unión hace la fuerza y que dos cabezas piensan mejor que una. Busca alguien que se encuentre igual de perdido que tú y organícense para estudiar en grupo. Cualquiera sea el resultado, al menos contarás con apoyo moral.
¿Qué haces cuando no entiendes nada de un ramo?