El mundo empresarial tiene claro que el cliente es lo más importante para toda compañía o marca, sin un público fiel y comprometido con nuestros productos o servicios nuestra empresa difícilmente tendrá un colchón de seguridad que de relajo a jefes y trabajadores.
Para lograr esa fidelidad del cliente e incluso de tus empleados, debe existir comunicación constante con ellos y no sólo sobre temas empresariales, también de temas humanos. Debemos recordar constantemente que nuestra marca o compañía está conformado por personas, sin importar el servicio que entreguemos ni la posición en la que estemos.
Para lograr humanizar a tu empresa o en la que trabajas, te dejamos algunos consejos de utilidad:
1.- Dejar el lenguaje profesional de lado: Los términos confusos y formales no te darán un mayor prestigio dentro de tus clientes, es más, los harás sentir como si existiera una diferencia jerárquica y eso no es lo que queremos. Para humanizar la empresa debemos humanizar el lenguaje, piensa que estás hablando con un amigo o un viejo conocido en la calle.
La naturalidad es lo importante en este caso, sentir de verdad que el cliente es un amigo y no recurrir a halagos o trucos falsos e innecesarios. Si mantenemos una simpatía natural se generará confianza y fidelidad con el cliente y trabajador.
2.- Darle una importancia primordial al servicio al cliente: Hoy en día nos enfrentamos a un cliente que cada vez es más exigente y que ya no se deja llevar por la imposición de las empresas. Existen miles de medios para que los consumidores y trabajadores se quejen por malos servicios, pero con un buen servicio al cliente nos podremos evitar todos esos problemas y además generamos confianza.
Dar respuestas a los clientes cada vez que tengan problemas es una labor fundamental hoy en día en cualquier empresa, ya que humanizas a tu compañía mostrando que todos pueden cometer errores y que, como cualquier buena persona, quieres solucionarlo a toda costa. Además, generas seguridad en cliente frente a cualquier otro problema, lo que equivale a fidelidad y mejor valoración de tu trabajo.
3.- Mostrar a quienes están detrás de la empresa en situaciones cotidiana: Algo primordial en la humanización de tu empresa es dar a conocer quienes la conforman, pero no de cualquier forma. Por ejemplo, no nos sirve de nada mostrar en alguna publicidad o en nuestro sitio web a los miembros de la empresa en un organigrama y con una foto similar a cédula de identificación, acá la cercanía se logra mostrando situaciones más alegres y familiares.
Las redes sociales hoy en día están siendo un gran medio de difusión y de fidelización con clientes, compartiendo fotografías de la empresa festejando el cumpleaños de algún miembro o teniendo un momento de distensión, lo que no quita prestigio ni seriedad a tu compañía y muestra lo humano que son dentro y fuera de la empresa
4.- Lo que importa es el cliente/trabajador, no la empresa: Este consejo se basa en no tener una empresa ególatra que siempre habla del yo. “La empresa busca esto” o “Nuestra empresa quiere esto” son frases que no gustarán ni a clientes, ni a trabajadores si se dicen constantemente. En el caso de los trabajadores, un jefe debe recurrentemente hacer sentir a sus empleados como en casa, preocuparse por sus necesidades y peticiones. Esto provoca directamente el éxito de la empresa.
En el caso de los clientes, somos nosotros los que necesitamos de ellos y no al revés, es por eso que preocuparse por ellos es totalmente importante para el éxito de la empresa. Entregar regalos cuando tenemos interacción con ellos o hacerles preguntas cotidianas como preguntar por su trabajo o la familia, es otra forma de humanización con el cliente y una muy efectiva.
En el fondo, humanizar a tu empresa y generar amistad con trabajadores y clientes sólo trae consecuencias positivas para el futuro, además de crear un nicho fijo de gente fiel y con la que podremos contar en caso de que en algún momento lleguen malos tiempos.
Si te intereso este tema, puedes encontrar más consejos en los siguientes enlaces: Link 1 Link 2
Imagen vía Donna Turnley Consulting