Cuando somos jóvenes el dinero parece algo muy lejano y cuando nos llega la oportunidad de entrar al mundo laboral comenzamos a imaginarnos de inmediato todas las cosas que podremos hacer con lo que ganaremos.
¿Ahorrar? ¿Disfrutar? ¿Gastar en ropa, fiestas u otra cosa? Muchas son las opciones que vemos como viables y creemos que el sueldo será una fuente de dinero sin fin. Ojalá lo fuese, pero no.
Ya más adelante nos damos cuenta del buen uso que le podríamos haber dado en el pasado a nuestras primeras ganancias. Comienzan a aparecer las deudas, las cuentas y todas esas responsabilidades que nacen cuando uno decide entrar de lleno al mundo laboral. En ese momento es cuando comenzamos a extrañar esos billetes extra que teníamos guardados y que terminamos gastando en algo que ya ni siquiera recordamos.
Acá les dejamos algunos buenos tips para saber cómo utilizar tu primer sueldo:
1.- Comienza un plan de ahorro: Está bien que seamos jóvenes al momento de recibir nuestra primera paga y que por eso nos gastemos un dineral en impulsos o, simplemente, en pasarla bien. Sin embargo, con un buen plan de ahorro puedes ingeniártelas para hacer eso mismo ¡Y AÚN MÁS!
Una buena forma de obligarte a ahorrar una parte de tu sueldo es crear metas a alcanzar. Un nuevo computador, un viaje, un teléfono nuevo o algo aún más comprometido: un auto o una casa ¿por qué no? Un objetivo a alcanzar te ayudará a guardar ese dinero que, sin destino alguno, terminarás gastando en alguna salida innecesaria.
Aprovecha que siendo joven no tendrás gastos obligatorios y que, a final de cuentas, ese dinero ahorrado igual lo terminarás gastando en cosas de tu gusto, pero que quizás eran demasiado caras en un principio.
2.- Evita las deudas: El primer sueldo es señal de un poder adquisitivo mayor, podremos comprar todas esas cosas que veíamos muy lejanas en algún momento, el problema es igual terminarás encontrando productos que están lejos de tu alcance.
Entonces ¿qué hacemos? Recurrimos al endeudamiento. Claro, quizás con un sueldo no nos alcance, pero si pagamos de a poco se nos hará más fácil la tarea. Todo se ve de color de rosa, pero lo que no nos han enseñado es que nada nos asegura que tendremos todo nuestro sueldo a disponibilidad todos los meses o que tendremos el trabajo asegurado de por vida.
Si por algún motivo llegásemos a perder el trabajo, el endeudamiento nos recordará mes a mes y durante mucho tiempo que tenemos una cuenta pendiente. Es acá donde aparece otra palabra que nadie quiere escuchar (o leer), los intereses.
Entonces lectores, no nos arriesguemos desde jóvenes a tener deudas que puedan penarnos durante muchos años, mejor recurramos a nuestro plan de ahorro y seamos paciente. Finalmente, obtendremos lo que deseamos aunque haya sido en un plazo mayor.
3.- Mantén un porcentaje fijo para gastar en tus gustos: Lo que buscamos aconsejar acá es no irse a los extremos. Claro, lo primordial es cuidar el dinero y tener un buen plan de ahorro, pero también podemos dejar un porcentaje de nuestras ganancias para darnos el gusto en lo que a nosotros nos parezca mejor ¿No es para eso que decidimos buscar un trabajo?
Una buena recomendación acá es siempre tener una cantidad de dinero fijo para darnos en el gusto, así también lo distribuiremos de buena forma y no estaremos a fin de mes suplicando por algún buen samaritano que nos haga un préstamo hasta el próximo mes.
Si decidimos dejar una cantidad fija de dinero de nuestro sueldo para darnos en el gusto, sabremos cuánto podremos gastar en cada día de compras o cuántos tragos podremos comprar en esa fiesta a la que iremos. Sin una cantidad fija, gastaremos y gastaremos hasta que nuestro bolsillo solo tenga aire.
Una recomendación final es mantener un equilibrio constante y siempre tener los pies en la tierra, darnos cuenta que por ganar un poco más somos magnates y que todo uso precavido del dinero terminará por sernos de utilidad para el presente y el futuro. ¿Algún otro consejo que puedan dar a nuestros lectores?