Cada vez queda menos de este semestre. En este momento, especialmente para los universitarios de último año, llegan la hora de las decisiones. Porque después de la práctica profesional y la defensa del título quedan unos cuantos meses para el ocio. Si bien, muchos toman este tiempo como las semanas esenciales para conseguir una buena pega otros prefieren descansar, porque después de todo, les aterra el hecho de cumplir el círculo de la vida: ir al colegio, luego a la U y después trabajar hasta jubilarse.
Para los que quieren descansar un poco de las labores y las responsabilidades esta es la fecha perfecta para darte unas merecidas vacaciones o simplemente flojear en tu casa. Ya que, después de todo tener un título fruto de tu esfuerzo, te hace inmune a los retos, especialmente de tus padres. Por eso, surgen muchas posibilidades, entre ellas está no hacer absolutamente nada, realizar talleres de algo completamente distinto a tu carrera o salir de viaje.
Primero, los que deciden ser vagos por tiempo completo, la tendrán un poco más difícil. Es muy probable que tus padres los primeros meses te atiendan y no los importe que no generes ingresos. Lo malo, es cuando pasa ese tiempo. Es muy seguro que comiencen a persuadirte para que busques un empleo, especialmente si son chapados a la antigua y no entienden que su hijo simplemente quiera ver tele y salir a carretear. Por eso, si decides esto, tienes que tener un buen discurso y repetirlo constantemente frente a ellos.
Por otro lado, los que quieren realizar actividades extras deben elegir bien. Ojalá que tu nuevo hobbie salga barato o gratis, ya que al igual que la opción anterior, de seguro tus padres comenzarán a sacarte en cara el mantenimiento de tu nueva faceta.
Finalmente, para salir de viaje debes decidir el destino y luego el financiamiento. Para esto es muy probable que debas trabajar un par de meses en tu carrera o en lo que sea. En el caso de que vayas al extranjero tienes que conseguir la visa y planificar bien los lugares a visitar. Está muy de moda en irse a países como Australia o Nueva Zelanda a trabajar como temporero o garzón para luego recorrer el Sudeste Asiático. Esto es especial para los que quieren salir de Chile por lo menos un año. Otra opción es simplemente salir a mochilear por el mundo, o por lo menos donde te alcance.
Independiente del lugar que vayas, siempre debes calcular bien los costos de absolutamente todo. Recuerda que los países más llamativos son más caros en estadía o pasajes, por eso, aguántate el mayor tiempo posible para ir con un bolsillo abultado. Lo único negativo de esto, es hacerte falsas expectativas o no saber ahorrar lo suficiente y quedarte en cero en un país que no conoces.
Si bien, tomarte un año sabático es algo que debes meditar también es una oportunidad para atreverte a hacer algo distinto. Ya sabes todo tiene pros y contras, lo ideal es saber las posibles falencias de tu decisión y tomar el toro por las riendas. Ya que después de todo, solo se vive una vez.
Y tú, ¿te tomarías un año sabático?