Con el propósito de conocernos mejor, recurrimos desde la astrología hasta complejos test psicológicos. Pero algunas importantes pistas podríamos encontrarlas en un lugar tan cotidiano como nuestros escritorios.
Se trata de realizar algunas sencillas observaciones, como por ejemplo, ver qué tan organizado es el dueño. En general, las personas que mantienen el orden en su escritorio tienden a ser más confiables, orientadas a planificar las tareas y hacer el trabajo a tiempo.
“Cuando voy a un lugar, busco un calendario en primer lugar," dice el psicólogo Sam Gosling, profesor en la Universidad de Texas y autor del libro “¿Qué dicen tus cosas sobre ti?”. Según Gosling, un calendario de escritorio usado es buen indicador de la conciencia del dueño.
Sin embargo, un escritorio desordenado tampoco es algo malo. De hecho, según un estudio publicado en la revista Psychological Science, esta situación es una tendencia entre las personas creativas. Pero Gosling dice que el desorden se puede malinterpretar: "cuando la gente ve una oficina desordenada, infieren que la persona es desagradable, lo cual no es necesariamente cierto".
Por otro lado, el tener objetos inusuales puede indicar que el dueño del escritorio es creativo y abierto a nuevas experiencias. Por ejemplo, trabajadores que decoran sus oficinas con obras de arte original o con cosas poco frecuentes, a menudo son muy creativos y abiertos de mente.
Muchas veces las empresas innovadoras, como las agencias de publicidad o nuevas empresas de tecnología, atraen a empleados creativos y los alientan a demostrar su personalidad. Un ejemplo de esto es Etsy, compañía dedicada a la venta de cosas elaboradas a mano, donde a cada nuevo trabajador se le entrega un crédito de $100 dólares para decorar su escritorio.
Mientras que carteles y mensajes inspiradores podrían señalar que la persona es un poco neurótica. "Las declaraciones inspiracionales son una forma psicológica de tratar de mantener a la gente unida emocionalmente. Esto calma la ansiedad", dice Gosling. No obstante, los neuróticos tienden a ser exitosos en sus lugares de trabajo y a comunicar sus valores al resto, por medio de los mensajes que eligen exhibir.
Por último, un espacio acogedor dice que la persona es extrovertida. Quienes tienen oficinas particularmente acogedoras, incluyendo una puerta abierta, sillas cómodas, o un tarro de dulces, suelen ser muy sociables. Al crear un espacio acogedor, demuestran a los otros que son accesibles, y suelen terminar recibiendo más visitas que los introvertidos.
La sociabilidad puede allanar el camino para los ascensos y nuevas oportunidades. Por ello, quienes tienden más hacia la introversión, le pueden dar un toque acogedor a su oficina para ayudar así a sus carreras. "La gente puede aprender a ejercitar ese lado. Pero nunca será tan agradable como lo es para alguien que es biológicamente así. No es intrínseco", explica el psicólogo.