Hay empresas en las que la forma de trabajo se establece a partir de equipos, formados por los integrantes o trabajadores de la misma. En este caso, cada persona depende del trabajo de las demás, para conseguir los objetivos de los planes o campañas que se estén desarrollando. Sin embargo, no todos quienes participan de este estilo laboral lo ejercen de buena forma, lo que produce retrasos y problemas que arriesgan la labor del conjunto.
Para mejorar este aspecto y aprender a trabajar en equipo, con intención de cooperar con los logros grupales, hay una serie de tips que pueden seguirse y mejorar el rendimiento:
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Es muy importante que el líder del equipo tenga una actitud positiva, centrándose en estimular, más que en cuestionar o presionar a los integrantes de éste.
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Para cuidar las energías y potenciarlas de manera positiva, un cuarzo verde de regalo para cada uno de los miembros del equipo es una muy buena idea.
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Acerca de lo mismo, sobre la mesa de trabajo sirve tener un cuarzo blanco en forma de punta, para cuidar que la creatividad y el trabajo nunca mermen.
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Una vez a la semana, encender una vela y dibujar una estrella de David, con los nombres de los trabajadores al centro de ella.
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En un rociador, poner agua, agua de rosas, extracto de vainilla, extracto de canela, esencia de rosas blancas y eucalipto. Esta mezcla se debe rociar en el lugar común de trabajo, en donde se generan los planes y estrategias. Además, al finalizar cada reunión o junta conviene encender un incienso de rosas, para poder mantener la energía del lugar en un estado armónico.
Ahora, acerca de la forma de trabajo en sí, hay otros consejos que pueden considerarse:
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Construir equipos multi-funcionales, en donde haya personal capacitado para cada una de las diferentes actividades.
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Considerar y entender las distintas formas de trabajar que cada persona tiene, con el fin de obtener de ellas lo mayor posible.
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Explicar claramente los roles individuales, pues su definición ayuda a que cada uno sepa qué hacer y cómo., evitando malos entendidos.
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Realizar reuniones periódicas en donde se recuerden los objetivos establecidos y se propongan otros nuevos.
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Planificar actividades para generar cercanía y confianza entre los integrantes, con la idea de “romper el hielo”.
Finalmente, es fundamental considerar que en cualquier actividad que se realice, son considerables la actitud y la manera en que se solicitan las cosas, por lo que el “por favor” y el “gracias” no deben jamás faltar en el vocabulario.
Ojalá estos consejos puedan servirles para conseguir y mantener una mayor armonía en esta clase de trabajos, que suelen poseer alta complejidad y, además, ser parte central de los planes de la empresa.