La crisis de la educación chilena ha quedado en evidencia estos últimos años. La existencia de escándalos en la Comisión Nacional de Acreditación, la Universidad del Mar, la existencia de carreras sin proyección laboral (como el caso de la carrera de Criminalística de la Utem), son solo algunos casos de un secreto a voces.
Como ya sabemos, la educación chilena comenzó a privatizarse en la dictadura. En el año 1981 se promulgó la Ley General de Universidades que permitía el ingreso de capitales privados, sin dependencia estatal, a la educación superior. Además, esta nueva ley desarticulaba la red de universidades estatales, dividiéndolas y regionalizándolas, sin mantener un vínculo entre ellas, reduciendo progresivamente el aporte de dineros fiscales, hasta el día de hoy.
Comienza de esta manera el periodo de autofinanciamiento de las universidades, donde la carga principal de los gastos de cada casa de estudios corre por cuenta de los mismos estudiantes y sus familias.
Los defensores del actual sistema de educación señalan que en los últimos 30 años aumentó considerablemente el número de jóvenes que ingresaron a la educación superior. Pero lo que no mencionan es que este ingreso masivo a las universidades va de la mano de altísimo nivel de endeudamiento con entidades bancarias.
Pero las universidades también aporte de empresas privadas. Esto demuestra la relación que existe entre los dueños de las universidades con las altas esferas de poder económico.
Las diez universidades con mayor aporte de donaciones son la Universidad de Los Andes, Universidad Católica, Universidad de Chile, Universidad Alberto Hurtado, Universidad del Desarrollo, Universidad Católica del Norte, Universidad Adolfo Ibáñez, Universidad Austral, Universidad de Viña del Mar y Universidad Finis Terrae. El listado completo de universidades lo puedes seguir aquí.
Cabe consignar que la U. de Los Andes, desde 1007 hasta 2011 tiene donaciones por más de 26 mil millones de pesos. La U. Católica tiene entre sus principales donantes a la Minera Los Pelambres, la Celulosa Arauco, la Cía de Petróleos de Chile COPEC, el Banco Santander, Minera Escondida, Empresas COPEC, entre otros.
La U. de Chile tiene entre sus principales colaboradores a Minera Escondida, Banco Santander, Coprora Tres Montes, Minera Cerro Colorado, Fundación Andrónico Luksic, Banco de Chile, entre otros.
Como podemos ver, son las instituciones privadas las que financian en gran parte a las universidades chilenas, no importando si son del Estado o de carácter privado. Inclusive, las universidades estatales, deberían ser consideradas privadas, dado el alto nivel de ingresos que tiene de empresas y de los mismos estudiantes y sus familias.
Y tú, ¿estás de acuerdo con la privatización de las universidades?