Se ha vuelto recurrente que los profes de los ramos que forman parte de la columna vertebral del perfil de nuestra carrera sean impartidos por ex-alumnos o profesionales relacionados del área con bastante experiencia laboral, pero, sin embargo, cero formación pedagógica, quienes desarrollan una serie de estrategias particulares para realizar evaluaciones que por lo general terminan en mucha sangre derramada sobre el papel, por lo que se ven en la necesidad de recurrir a estrategias de salvaguarda y remedio como los "trabajos en grupo" para que le permita a alguien acceder a la aprobación del ramo.
Mucho cuidado siempre hay que tener sin embargo al generalizar respecto a este tema, pues es inherente al ser humano el enseñar; nuestro rol natural como padres y madres es entregarles a nuestros hijos (y nietos) las herramientas necesarias para enfrentar al mundo.
Muchos profesionales poseen el talento natural para convencer y entregar el conocimiento de manera eficiente y efectiva, todo avalado por ejemplos (y anécdotas) de su amplia experiencia laboral.
Asimismo, destacados profesionales que enseñan en prestigiosas universidad con sendos laureles, imparten clases magistrales clase a clase, que se vuelven, de un momento a otro, en un soporífero mantra astral que pareciese emanar de nuestro cuaderno y llamar a nuestra frente, cual conjunción magnética entre tu frente y papel cuadriculado.
Podríamos quizás fijar un paralelo con el actual gobierno, en el sentido de poner profesionales destacados a cumplir un rol político no siempre confluirá con obtener resultados satisfactorios; no siempre el pastelero será bueno para hacer pan.
¿Como ha sido tu experiencia con profes sin formación pedagógica?
Por Esteban Maldonado Hernández