Se va agosto, y se acerca a pasos agigantados el término del penúltimo trimestre del año. Y si bien septiembre es un mes de celebraciones y desenfreno en nuestro país, no implica en todos los casos vacaciones. A veces las fiestas patrias quedan como un paréntesis entre semanas de trabajo arduas, ya que es en estas fechas donde se comienzan a cerrar muchos procesos en las empresas.
Por lo tanto, se vuelve un tanto caótico enfrentarse a estas fechas en la pega, sumado a la llegada de las fiestas.
Lo que se recomienda en estos casos, es la posibilidad de efectivamente tratar de tomarse unos días, post- fiestas patrias, para recuperarse o retomar fuerzas. Esto, en caso de no haber tenido vacaciones de invierno, por ejemplo. Porque tanto el cuerpo como la mente merecen un descanso de vez en cuando, para evitar el temido stress y posible depresión u otras molestias asociadas, como los dolores de espalda, jaqueca, insomnio, entre otros.
Ahora es un buen momento para tomarse un break y renovar aires. Viajar, descansar, o simplemente desconectarnos de nuestras obligaciones.
En cuanto a lo personal, al encontrarnos de cara a la última etapa del año, llega el momento de ir analizando cuánto de lo que queríamos conseguir al inicio, hemos alcanzado. Los proyectos que habíamos mentalizado para desarrollar durante el 2013: en qué estado van, si ya se cumplieron, o si aún tienen posibilidad de alcanzarse. Por ejemplo, comenzar a hacer algún deporte, o cambiar un hábito nocivo.
Aun es momento de retomar ideas que surgieron a inicio de año. Sólo se requiere de voluntad y deseos de generar un cambio. Y es que siempre es un buen momento para comenzar algo que nos llene como personas, y que nos permita crecer un poco más, o simplemente descansar , respirar profundo, y seguir caminando.