Uno de los hábitos más dañinos para la salud y para los que están alrededor es el cigarro. Ya son ampliamente conocidas las consecuencias del tabaco, como daño pulmonar, cáncer en múltiples órganos del cuerpo, enfermedades coronarias y, combinado con otras prácticas como el sedentarismo y el sobrepeso, puede provocar trombosis, entre otros. Sin embargo, siempre es posible dejar de fumar y aquí te entregamos los mejores tips para lograrlo.
Cada cigarrillo posee entre 7 y 20 mg de alquitrán y produce 80 cm3 de monóxido de carbono, que reduce en un 10% la capacidad de transporte de oxígeno sanguíneo. Además, contiene otros tóxicos como amoníaco, alcohol metílico y arsénico; y la mortalidad general de fumadores supera hasta en un 70% a la de los no fumadores de la misma edad. Es por esto que, desde el punto en que se mire, dejar de fumar siempre será un beneficio para tu salud y la de los que te rodean.
En primer lugar, debes tener la convicción absoluta de dejar el cigarro. Tus amigos y familiares pueden ayudarte, pero siempre será tú el que tiene la última palabra. Además, la mayoría de las personas que han sido capaces de dejar de fumar exitosamente, hicieron al menos un intento anterior en el que fracasaron, así que si no lo logras la primera vez no dejes de intentarlo.
Fija una fecha para comenzar y deja de fumar por completo ese día. Antes de esa fecha puedes reducir el consumo, para que el impacto no sea tan fuerte. Luego, haz una lista con las razones que tienes para dejar el cigarro, incluyendo los beneficios tanto a corto como a largo plazo e identifica los momentos en que tienes mayores probabilidades de fumar, por ejemplo, cuando estás estresado, durante el carrete, tomando café, cuando estás aburrido, etc., y traza un plan específico para esas instancias.
Debes comunicarles a todos tus amigos, familiares y compañeros tu plan para dejar de fumar y la fecha en que comenzaste, esto te ayudará para que estén atentos a tus cambios, sobre todo de humor. Deshazte de todos los cigarros justo antes de la fecha de inicio y limpia todo lo que tenga olor a humo, como ropa, muebles, accesorios, etc. Cuando tengas ganas de fumar, reemplaza el cigarro con un dulce o chicle (ojalá bajos en calorías), o puedes fingir que estás fumando con una bombilla en la boca; además de preocuparte de tener siempre las manos y la mente ocupadas con juegos, tejiendo o haciendo crucigramas.
Establece metas para dejar de fumar a corto plazo y recompénsate cuando las logres. Por ejemplo, todos los días pon en un frasco el dinero que normalmente gastarías en cigarros y luego cómprate algo que te guste, ¡verás todo lo que puedes ahorrar sin fumar! Tampoco seas muy severo contigo mismo ni pienses en todo lo que te queda por delante, sino que toma un día a la vez. Si te fumas un cigarro o le pides a un amigo que te convide, no importa, es normal caerse de vez en cuando pero, aunque fumes un cigarro, no necesitas fumar el próximo.
Hay otras maneras para dejar de fumar, como medicamentos o parches de nicotina, pero siempre debes consultar con un doctor antes de usarlos. Es probable que subas de peso y te notes mucho más ansioso que antes, pero debes ser perseverante, muy pronto verás los resultados después de la desintoxicación de tu cuerpo, tendrás más dinero que antes y estarás mucho más saludable. Debes ser paciente y aprender a relajarte, así no dependerás de otro elemento para mantenerte positivo.
Y tú, ¿dejaste de fumar o lo estás intentando?