Los que son padres dicen que es de las mejores experiencias (sino la mejor) que una persona puede vivir. Una sensación de plenitud y de aprendizaje donde muchas veces se cometen errores. Asimismo, se presenta como una muy buena oportunidad de aprender y de crecer en pos de las metas y objetivos que nos planteamos a la hora de establecer un proyecto de emprendimiento.
Acá les presentamos algunas lecciones que relacionan directamente el ser padres con concretar el sueño del negocio propio.
Lo primero que uno debe asumir (aunque parezca obvio) es que se debe estar dispuesto a aprender y no tener la pretensión de que sabemos todo. No hay experiencia más compleja que ser padres, y es por esto que debemos estar dispuestos a escuchar a las voces de más experiencia y a indagar en todo lo que se te ocurra en lo referente a los bebés. Nunca es tarde para aprender.
La perseverancia y la constancia es una cualidad muy importante. Así como los bebés tienden a esforzarse por tomar algún objeto que les llama la atención, o reclamar cuando necesitan alimentarse, no debes rendirte fácilmente. Es por esto que, si tienes un objetivo por cumplir, no te derrumbes a la primera, y agota todas las instancias posibles para conseguirlo.
Es fundamental pedir la ayuda necesaria, tal como tú bebé lo hace. No dudes en buscar asesoría por alguien que ya esté inserto en el mundo empresarial. Seguir sus consejos te puede evitar caer en errores productos de la inexperiencia, la ansiedad y el mal ojo para tomar decisiones.
La tarea de emprender puede ser muy estresante. Es por esto que te recomendamos que disfrutes tu proyecto para que no sea una tortura. Tal como los bebés disfrutan conociendo el mundo, tú debes sentirte pleno con la actividad que realizas. Para esto debes manejarte en un rubro que te parezca atractivo y vaya con tus intereses y preferencias. Todo te será más fácil y de seguro tendrás mayores satisfacciones.
Tal como eres flexible con tu bebé y debes acomodarte a las demandas que él exija, también debes flexibilizar tus decisiones en tu empresa. Esto significa que no debes ser tozudo al extremo de no dar tu brazo a torcer si la idea que quieres no resulta como esperas. Siempre considera la idea de tener un plan ‘B’.
Otro punto importante es aprender de los errores. Los bebés muchas veces aprenden equivocándose, y es por esto que también vas a necesitar errar para seguir adelante. Las lecciones aprendidas a partir de los errores deben ser aprovechadas y no dejadas al olvido.
Y tú, ¿tienes algún consejo para comenzar un emprendimiento?