Este año estamos celebrando en Chile el “año del emprendimiento” y es por eso que ha surgido un sinfín de experiencias para apoyar a los emprendedores a que desarrollen sus ideas, obtengan financiamiento y sobre todo “know how”, es decir, experiencia, contactos y confianza para llevar adelante sus proyectos. Start-up es un término utilizado actualmente en el mundo empresarial que puede traducirse como “arrancar”, “emprender” o simplemente “montar un nuevo negocio” y hace referencia a ideas de negocio que apenas empiezan o están en construcción, es decir, son empresas emergentes apoyadas en la tecnología y la calidad con un alto nivel de proyección, a pesar de su corta trayectoria y a la falta de recursos o financiación que puede enfrentar un negocio cuando apenas empieza. Hay elementos característicos, en esta nueva forma de crear empresas, que se distancia mucho de la clásica estructura de fábricas o grandes corporaciones, ya que llevan el emprendimiento al nivel micro, y está centrado principalmente en la generación de servicios o productos afines, valiéndose las herramientas tecnológicas como principal sostén para arrancar. En Chile, actualmente están desarrollándose muchas incubadoras de negocios que permiten a las nuevas ideas tener una vía de salida para generar un buen plan de negocios o de proyección en el tiempo, para reducir al mínimo los factores de fracaso. Sin embargo, ¿es sostenible un modelo de este tipo en el tiempo? Es decir, un modelo tan precario en seguridad social, aventurero, flexible, sin un futuro cierto, sin posibilidades de hacer carrera. Como trabajadores por cuenta propia, los emprendedores quedan expuestos a la inseguridad del financiamiento o a la dependencia de fondos concursables y apoyos a mediano plazo que no siempre pueden dar resultados. Sin duda es muy loable las ganas y la aventura de “ser tu propio jefe” y desarrollar aquella idea que siempre tuviste y convertirla en tu trabajo pero con el cierre del Capital Semilla, se abrió un manto de dudas sobre la capacidad de contención del mercado para estos nuevos emprendimientos que deben funcionar con capital de riesgo constantemente. Sin duda, para evitar que las stat-up se conviertan en una burbuja, como lo fue en su momento “la burbuja de los punto com”, es necesario, por un lado, que el mercado avance a fortalecer los capitales de riesgo y, por otro, que las incubadoras de negocios afinen su capacidad de identificar ideas de negocios exitosos, a fin de potenciar y solidificar la propuesta abarcando todos los elementos para tener un buen empleo y no sólo una buena fuente de ingresos. ¿Cuáles son los consejos fundamentales para iniciar tu propio emprendimiento?
¿Vamos hacia una burbuja de start-ups?
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Leo