Según una encuesta realizada a más de 3000 personas por el sitio Trabajando.com, el 82% de los chilenos piensa que en algún momento tendrá ese trabajo que tanto anhelan. No se trata de un optimismo desenfrenado, sino de una nueva percepción de como buscar un trabajo.
Según la encuesta, la idea no es que llegue por "arte de magia", sino que la clave está en hacer lo que lo que realmente hace feliz a cada uno. Lo primero es plantearse un objetivo a seguir y a partir de esto, se podrá ordenar el panorama laboral.
Según el gerente general de Trabajando.com, Álvaro Vargas, existen elementos muy importantes a la hora de poder llegar a conseguir el trabajo soñado como “conocer qué es lo que buscan las empresas, tener un currículum que sea tu mejor carta de presentación o crear una red de contactos potentes”.
Además agrega que es fundamental conocerte a ti mismo y analizar tus fortalezas y debilidades. “Con esto claro, debiera ser más fácil concretar dicha meta”, menciona Álvaro Vargas.
Por otra parte, conseguir el trabajo soñado es uno de los mecanismos más importantes si se trata de la sentirnos satisfechos con lo que estamos realizando. Es primordial “que lo que hacemos sea de nuestro interés, que nos haga plenos y que nos reporte gratificaciones”, comenta Loreto Núñez, gerente de recursos humanos de Cerhi Consultores.
Además, si el trabajo en que estás transmite satisfacción a tu familia, pareja o personas con las que te rodeas, esto ayudará a tu sensación de felicidad, y más aún si sientes que este te hace crecer y desarrollar como persona.
En la medida que visualizamos cuales son nuestras posibilidades laborales a través de las mismas capacidades que tenemos, podremos identificar en que área nuestro desarrollo y desempeño será mejor. Si se siguen estos pasos, las decepciones y frustraciones serán menores y nuestro nivel de felicidad aumentará.
Sin embargo, se está muy lejos de poder cumplir con los resultados de esta encuesta, sobretodo porque vivimos en un país donde las desigualdades económicas son tan grandes que finalmente se termina trabajando “en lo que venga” con tal de no estar desempleado, aceptando muchas veces pésimas condiciones laborales que terminan por afectar nuestra calidad de vida. A esto se suma la gran cantidad de tiempo que pasamos en nuestro lugar de trabajo, lo que empeora aún más la situación.
Finalmente, el panorama laboral chileno hace muy difícil, que todos puedan trabajar en lo que se sienten mejor preparados, siendo una realidad justamente lo contrario, donde las necesidades económicas se sobreponen a las necesidades de satisfacción personal, lo que ha provocado un aumento de los niveles de estrés y tristeza en nuestro país.