Muchas veces no nos damos cuenta o simplemente no lo queremos reconocer. Pero lo cierto, es que hay momentos definitorios en la vida. Y es que, se puede hablar de las aptitudes, la vocación y el dinero, pero lo cierto que muchas veces hay carreras, facultades e incluso universidades para las que no estamos hechos. Por eso, si tienes dudas o no sabes qué hacer, fíjate si tienes algunos de estos síntomas.
1. No querer ir a la U: Es la principal, puedes ponerle mil excusas pero lo certero es que te da fobia o pánico entrar a la facultad. No estás ni ahí con la gente y solo esperas que pase luego el tiempo.
2. Bajar las notas: Esto no necesariamente se debe a que te cueste, sino que estás desmotivado. Te carga la materia y encuentras que es un gasto de tiempo estudiar. Por lo tanto, te va pésimo.
3. No querer despertarse en las mañanas: Hay que separar la flojera de las pocas ganas. La primera les pasa a todos, la segunda es algo más profunda. No es querer quedarse acostado más rato, es pensar que el día será horrible.
4. Apatía con tus compañeros: Si bien ellos no tienen la culpa, todo el ambiente que involucra a la U lo quieres evitar. Te aburren sus tallas, lo que hablan y sus panoramas.
5. Faltas prolongadas: Si ya te da lata levantarte es muy probable que comienzas a faltar mucho. Primero va ser una clase, después un día completo y terminarás por estar semanas ausente. Una vez más, no importan las excusas, el hecho es que no quieres estar ahí.
6. Echarse ramos por inasistencia: Viene como consecuencia del punto anterior. Si comienzas a faltar es muy seguro que no asistas a pruebas o trabajos sorpresas ni a los controles establecidos. Esto va ayudar a que tengas otro motivo para reprobar un ramo: las notas.
7. Mentirle a tus papás: Puede que sea la culpa o el miedo a afrontarlos. Pero por ningún motivo les quieres decir lo que te pasa, por eso, inventas notas fantásticas, trabajos premiados y dices que tienes un grupo enorme de amigos en la U.
8. Idealizar otras carreras: Pasas revisando las páginas webs de otros planteles, ves las carreras nuevas y tomas atención cuando un conocido hablar de su perfecta profesión. Acá también caben las ideas de salir de viaje o dedicarse a trabajar sin más.
9. Estar deprimido o tener estrés: El proceso por el que pasas es fuerte, especialmente si no lo hablas con nadie. Por eso, es muy probable que estés más cabizbajo, tenso, solitario y triste.
10. No admitirlo: Quizás esta es la peor, si no aceptas que no te gusta tu carrera o tu universidad, puede que no reacciones a tiempo. Es difícil, pero llegará el momento que explotarás y tomarás el toro por las astas o asumirás tu infortunio.
Si te sientes identificado con una o más de estos síntomas, no te angusties. Recuerda que tu vida es para ser feliz, y algo determinante es el trabajo que tendrás que hacer el resto de tu vida. Por eso, ármate de valor, habla con tus padres y explícales con buenos argumentos que es hora de entrar en una nueva etapa.
Y tú, ¿sientes que debes dejar la U?