No se puede negar que existen ramos que deberían tener de requisito una almohada. Y es que es muy probable que por lo menos alguna vez en la universidad te toque uno de estos cursos que funcionan como somníferos. Porque puede ser producto del profesor o de la materia misma, pero lo certero es que va ser más difícil mantener los ojos abiertos que pasar el ramo. Sin embargo, si ya empezaron las clases y no te puedes cambiar ni zafarte de ese curso fome, sí puedes hacer diferentes cosas para combatirlo.
Primero, escribe mucho. La mejor forma para mantenerte despierto es estar activo. Así que muévete, saca lápices, escribe bonito y destaca. Lo que sea, con tal de que no te impregnes de esa atmosfera somnolienta. Además, te puede servir para tomar apuntes y aprender. En una de esas, lo entiendes todo y ni siquiera va ser necesario estudiar para una futura prueba.
Segundo, habla en clases. Este punto es perfecto para los que le encanta llevar la contra o expresar sus opiniones. Mientras más te metas en el tema más te va a interesar, además se te va pasar el tiempo volando. Lo positivo de hablar hasta por los codos es que el profesor te puede tomar buena o por lo menos, sabrá quién eres. Generalmente, los docentes tienen más misericordia con los alumnos que ven interesados en clases.
También, intenta sentarte en los primeros puestos. Estar más cerca del profe va ejercer cierta presión para que no te quedes pegado pensando cualquier cosa. Lo más seguro es que te haga repartir guías o te pida la opinión. Eso siempre es bueno si quieres que no te odie por ser el único que se queda “zeta” en su ramo.
Si por el contrario, tu problema es que no te puedes concentrar, solo intenta dejar de lado todos los distractores. Apaga el celular, no te sientes al lado de tus amigos más buenos para la conversa y mira la pizarra. Por ningún motivo te pongas a dibujar y evita todo los pensamientos que no sean sobre la clase.
Por último, si en verdad quieres entender la materia, solo toma atención. No vayas con la disposición de que la clase es fome y escucha lo que dice el profesor. Quizás no va ser fácil, pero puede que con un poco de tu parte sea posible aprender algo. Quién sabe, en una de esas, el ramo es mucho más interesante de lo que imaginas. Solo recuerda que el único que puede hacer que ese par de horas no se tornen interminables, eres tú.
Y tú, ¿qué técnicas tienes para no dormirte en clases?