El invierno corre raudo y derriba a quien se le cruce por delante. Las enfermedades están a la orden del día y a toda costa tenemos que evitarlas, más aún, porque éstas complican mucho el ejercicio profesional. Con sencillos pasos podrás evitar enfermarte y salir victorioso del temido “Agosto”.
1) Lávate las manos seguido: Las manos son un punto de transmisión por excelencia de virus y bacterias. Es recomendable que agudices la limpieza de ellas, con harta agua y jabón o en su defecto, con alcohol gel.
2) Desinfecta tu área de trabajo: Más aún cuando compartes los espacios de trabajo con personas que puedan estar resfriadas con algún problema de salud. Trata de utilizar toallitas desinfectantes para limpiar los espacios donde debes pasar la mayor parte del día.
3) Cuídate de los enfermos: No se trata de que los margines o te margines a ti mismo viviendo casi como una araña de rincón. Trata de evitar el contacto físico con ellos. En estos casos es preferible saludar con un guiño para no exponerte a la posibilidad de enfermarte tú también.
4) Toma vitaminas y/o aliméntate bien: Es importante que tu salud corporal esté bien fuerte con la ingesta de alimentos que te ayuden, especialmente, si estos contienen vitaminas tan importantes para la prevención de enfermedades como la Vitamina C, presente mayoritariamente en cítricos. De esta manera, no te entrarán balas.
5) Ventila tu oficina y respira aire limpio: Es importante abrir la ventana para dejar entrar “aires nuevos” como dijo alguien. Ventilar tu espacio de trabajo es siempre importante. También puedes salir de vez en cuando a respirar. No es bueno estar encerrados todo el día en una misma atmósfera que al final de una jornada de trabajo está cargada de toxicidad.
6) Bebe líquidos: Un excelente depurador es el agua. Trata de estar constantemente bebiendo líquidos para estar saludable. De preferencia que sea agua pura y no derivados.
7) Aleja tus manos de tu cara: Aunque sea difícil de imaginar, el 90% de los gérmenes se concentran ahí y un transporte idóneo son las manos. Intenta mantener tu cara libre del roce de tus manos, ya que probablemente lleven a las bacterias directas a tu boca.
8) Evita los cambios de temperatura: Cuando trabajas, la oficina es un microclima cálido. Pero a la hora de volver a casa, chocamos violentamente con el cambio de temperatura originado por los arrebatos característicos del invierno chileno. Mantén regulada tu temperatura corporal y abrígate, para no sufrir fuertes contrastes.
Cuidar la salud no es tan difícil. Con un poco de voluntad y autocuidado, puedes quedar invicto este invierno y “pasar agosto”.
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