¿Cuándo tu idea se puede transformar en un negocio exitoso?

Todo parte con la creatividad, que no es más que una chispa natural que vive en todas las personas en diferentes niveles y con diferentes estilos, similar a una ampolleta que se enciende, permite ver adelante generando una idea útil y original que potencialmente puede ser transformada en negocio.

Esta idea puede ser muy buena, pero no todas se transforman en un negocio exitoso. La pregunta es: ¿qué es lo que permite que una idea se transforme en un emprendimiento triunfante? Pues a continuación te entregamos una serie de requisitos mínimos desde donde podrás evaluar tus ideas y descubrir si tienes una mina de oro en tu mente.

En el proceso de generación de ideas para un negocio, el futuro emprendedor debe asumir que siempre hay opción de innovar, y por eso, debe estar en constante observación del entorno para encontrar aquel problema o necesidad que deba ser resuelto.

Por otro lado, debes actuar con la idea de que los problemas son oportunidades de mejoramiento, y que son el momento preciso para iniciar un cambio productivo que otros están esperando, deseando o necesitando.

Si tu idea responde a alguno de los dos contextos anteriores, de seguro que tu idea es buena.

Las fuentes de las ideas de negocios por lo general surgen de experiencias previas, de tendencias (ya sea modas o problemas transversales en la sociedad), cambios en los gustos de la gente, cambios en las expectativas de la gente, etc. Si eres capaz de alinear tu idea a alguna de estas cosas, entonces probablemente tendrás éxito.

Si aún estás confuso, puedes apoyarte en algunos temas relevantes para confirmar si tu idea será exitosa, para ello basta con que te respondas las siguientes preguntas:

1) ¿Existen en los mercados interesados en mi producto?

2) ¿Mi producto satisface deseos, necesidades o da solución a un problema?

3) ¿Cuál es el motivo por el que comprarán o consumirán mi producto?

4) ¿Es posible llegar al consumidor potencial? ¿Cómo?

5) ¿En qué me podría diferenciar de la competencia?

6) ¿Cuento con los recursos materiales y/o económicos para transformar mi idea en negocio?

7) ¿Cuáles serían las fortalezas y debilidades si mi idea se concretara?

Si la gran mayoría de tus respuestas fueron positivas, entonces queda sólo un paso, atreverte.

Una idea que fracasa es experiencia que ganas, por lo tanto este es un proceso ganar-ganar, donde sólo tú conoces los límites.

Ahora, ¿Te atreverás con una idea prometedora para que sea negocio?