Angie Varona es algo así como una celebridad en Internet. Pero no es actriz, ni cantante, ni tampoco protagonizó algún video que se volvió viral. Su historia comenzó hace seis años atrás, cuando la joven estadounidense quiso compartir con su novio fotos de ella ligera de ropa. Las imágenes las subió al sitio Photobucket y eran privadas, sólo ella y él las podían ver. Corría el año 2007 y Angie tenía tan solo 14 años.
Lo que siguió significó toda una pesadilla para ella, ya que le hackearon la cuenta y sus provocativas fotos se difundieron por toda la red. Lo peor fue que además llegaron a sitios de pornografía y pedofilia.
Fueron pasando los años y actualmente hay decenas de miles de fotos de ella, la mayoría, según cuenta ella, no son originales, sino que han sido trucadas utilizando su cara. Debido a esta situación, sufrió bullying y se tuvo que cambiar 2 veces de colegio. También dicen que intentó suicidarse y que consumió drogas para aliviar su dolor.
"Cuando tienes 14 años no piensas demasiado en lo que haces. Tampoco imaginas que vas a terminar en Internet", dijo durante una entrevista a "ABC News".
Hoy son varias las cuentas de Facebook y Twitter que dicen ser de Angie. Y aunque ella misma el 2011 afirmó que no se atrevía a tener un perfil en la primera red social, hoy existe una página oficial en donde se postean sus fotos actuales, la mayoría de las cuales destacan sus atributos físicos.
Como sea, la situación nos recuerda la importancia de ser cuidadosos con la privacidad de las cuentas online, pero el asunto va más allá de simples configuraciones. Tal como le pasó a ella, nunca podemos saber con certeza quiénes tienen acceso a las fotos que publicamos, por mucho que las configuremos como privadas.
Por lo tanto, un primer paso es asegurarnos de que nuestras fotografías solamente las podamos ver nosotros o un selecto grupo. Pero la verdad es que se evitan muchos peligros simplemente no subiendo fotos sugerentes, íntimas o polémicas, ya que luego podrían ser mal utilizadas.
Un claro e irónico ejemplo de esto, es la reciente difusión de imágenes de la novia de Edward Snowden, el ex empelado de la CIA que decidió filtrar documentos con delicada información. Precisamente uno de los escándalos generados, fue a partir de un plan de vigilancia online, gracias a la ayuda de importantes compañías como Google,Yahoo!, Facebook, entre otras.
Pero la vigilancia no solamente la pueden hacer las agencias de inteligencia y poderosos gobiernos, sino cualquier persona con un par de clicks. Así sucedió con la bailarina y acróbata Lindsay Mills, ex pareja de Snowden, cuyas imágenes no tardaron en difundirse. Pero las fotos íntimas de Mills no fueron hackeadas ni filtradas por nadie, sino que ella mismas las subió a su blog personal, el que ya se encuentra inactivo.
Por último, las consecuencias de difundir estas imágenes no solamente tienen que ver con pasar más de alguna vergüenza. Un estudio concluyó cuáles eran los seis tipos de mensajes, en las redes sociales, que podrían hacer disminuir tus posibilidades de ser contratado en un trabajo. Esto porque hay muchos jefes de recursos humanos que revisan los perfiles de los postulantes. Según la investigación, el primer tipo de contenido que te puede jugar en contra es, precisamente: la publicación de fotos provocativas y/o inapropiadas.
¿Por qué crees que es importante no subir imágenes provocativas a Internet?
(Foto: Stuart Connor/Flickr Creative Commons)