El lugar de trabajo es un espacio más en el que nos desenvolvemos como seres sociales y, pues en él pasamos la mayor parte del día, es normal establecer relaciones con los compañeros y compañeras.
Sin embargo, por muy buen y cordial trato que se genere, amistades o no, las críticas al desempeño se convierten en situaciones comunes dentro del lugar en el que llevamos a cabo nuestra carrera profesional. Debe entenderse que éstas forman parte de cualquier relación social y este caso no es la excepción: el trabajo y la forma de realizarlo incitan a terceros, y a veces a nosotros mismos, a manifestar opiniones, ya sea positivas o negativas, sobre éste.
En este sentido, lo ideal es saber manejar esta situación y abordar las críticas con calma, teniendo en cuenta que no siempre traen consigo malas intenciones y pueden constituir incluso una ayuda, si se asumen de buena forma.
Una de las formas de reaccionar ante una crítica es la defensiva, la que puede efectuarse mediante:
1. Negación de lo que el otro dice, demostrando que no consideramos su punto de vista, hecho que claramente puede contribuir a su enojo.
2. Evasión de los comentarios de crítica, ignorando aquello que nos han dicho e intentando conversar sobre otros temas.
3. Ataque a la otra persona, intentando defendernos de aquellos comentarios que hemos recibido respecto a nuestro desempeño.
4. Excusarse y quitarle importancia a la situación, lo que impide reconocer cuando la otra persona tiene razón en la crítica que nos ha hecho.
Es importante entender que una crítica no siempre esconde la intención de perjudicar, sino que puede tratarse de buenas intenciones y es importante escucharlas y tomarlas en cuenta, para no generar sentimientos negativos, ni dañar la relación laboral.
En tanto, la forma ideal de reaccionar ante las críticas es la constructiva, siguiendo estas instrucciones:
1. Asegurarse de entender la crítica, pidiendo detalles sobre la misma y comprendiendo a qué se refiere, específicamente.
2. Al responder, es importante reconocer la verdad, luego de haber escuchado los argumentos de la otra persona; aceptar su opinión, aunque no la compartamos, reconociéndola como válida y comprometiéndose a considerarla; y hacer los cambios correspondientes cuando, luego de oír la crítica, es necesario asumir nuevas formas de comportamiento y desarrollo de las labores profesionales.
Finalmente, es importante tener en cuenta que si alguien desea criticarnos sólo con intenciones negativas, sus comentarios irán en este mismo sentido, faltarán a la verdad y carecerán de argumentos válidos, pues sólo camuflarán la idea de dañarnos o hacernos sentir mal.
En tanto, cuando nos critiquen con la idea de ayudarnos a mejorar, es importante reconocer esta actitud de la otra persona, tomar en cuenta los comentarios que nos realizan y no entenderlos como un ataque.
Si el trabajo es un espacio en el que convivimos la mayor parte del tiempo con otras personas, es ideal mantener buenas relaciones y evitar que se acumulen emociones negativas, pues pueden generarse distanciamientos o quiebres.
Además debemos saber que, si le damos una vuelta a esas correcciones y comentarios, seguro podremos mejorar nuestra forma de trabajo y desempeño, contribuyendo además al clima en que nos desenvolvemos cotidianamente.