Sin duda quedar sin trabajo de un día para otro es bastante desconcertante. La búsqueda de un nuevo empleo, y poder conseguir entrevistas lo antes posible requiere de tiempo y dedicación. Una alternativa que no se puede dejar pasar en esas circunstancias es cobrar el seguro de cesantía, un derecho al que pueden optar todos los trabajadores que tengan contrato y que sean mayores de 18 años.
Lo primero que debe hacer es dirigirse a la AFC ( Administradora del Fondo de Cesantía) con su cédula de identidad vigente, el finiquito firmado por el empleador y el trabajador donde indique la causa del despido ante notario y la carta de despido firmada por el empleador. En la AFC le indicarán si puede cobrarlo o no dependiendo de las cotizaciones que usted tenga.
Debe considerar que si fue despedido por necesidades de la empresa puede tener un pago de cesantía por cada 12 meses cotizados con un máximo de 5 pagos. Éstos se pueden financiar con el saldo de su cuenta personal o mediante el fondo de cesantía solidario. Por el contrario, si usted renunció a la empresa puede obtener un pago por cada 12 meses cotizados, pero sólo se financian con el saldo de su cuenta individual.
Luego de tener la aprobación de la AFC para cobrar su seguro de cesantía, el pago puede ser en dinero en efectivo, Servipag, Bancoestado o cheque vía correo.
Si bien el sistema no es perfecto, desde hace un tiempo se están discutiendo modificaciones que podrían mejorar el cobro redireccionando parte de esta cotización al ahorro previsional, para subir el monto de las pensiones futuras, pasando de una tasa de cotización en las AFP de 10% a 11%. Según informó en su momento la ministra del Trabajo y Previsión Social, Evelyn Matthei.