Muchas veces la rutina y el exceso de trabajo hacen que la vida no tenga una mayor motivación. Llegar a la casa se transforma en un fastidio, más si hay que acostarse y levantarse temprano para comenzar con lo mismo. Sin embargo, una de las mejores formas de amenizar un empleo es viajar.
Hay distintas formas de hacerlo si el objetivo es disfrutar mientras se hacen las labores. Las alternativas las pone cada cual según su necesidad y tiempo, porque sólo hay que planificarse si así se desea. Recorrer el mundo o caminar por un parque son dos formas de disfrutar la vida en las horas de descanso o incluso trabajar, hacer deporte u observar la naturaleza.
Algunos profesionales dejaron sus empleos convencionales y se fueron en busca de aventuras con una cámara fotográfica e imaginación. Tal es el caso de la escritora argentina Aniko Villalva, que quiso romper con lo establecido y se enmarcó en un eterno viaje por todo el mundo durante cuatro años, y como ella lo define en su blog: "ese sueño de viajar por el mundo y ser escritora se fue haciendo cada vez más fuerte. Siempre tuve en claro que mi espacio de trabajo no iba a ser una oficina y que mi horario de trabajo no iba a ser de 10 a 18".
Otro claro ejemplo de viajar, trabajar y disfrutar fue la experiencia de la economista boliviana Michelle Mayer, quien cursó un magíster en Periodismo Escrito en la Universidad Católica y aprovechó de conocer Chile de norte a sur, compartir experiencias con otros colegas, hacer amistades e incluso encontrar el amor.
Como explica, Michelle se despertó una mañana con un gran entusiasmo: dejar su país y conocer otro lugar, tener nuevas experiencias y observar la economía desde otro punto de vista. Así tomó sus cosas y dice que no se arrepiente, porque logró abrir su mente y desarrollarse como persona.
Así viajar y trabajar puede lograrse sin hay energía y entusiasmo ¿Te has atrevido a embarcarte en una aventura?