En los últimos años ha nacido el deseo implacable en los chilenos de probar suerte en las ciudades del norte de Chile, pero ¿Por qué? Los motivos y las razones son variadas y responden también a la evolución que ha tenido el sector empresarial, principalmente, en la zona sur del país.
Antofagasta parece ser el destino más apetecido por los emprendedores que han tomado la decisión o están pensando en hacerlo para buscar nuevos horizontes y oportunidades más prosperas para el desarrollo personal y profesional.
Si analizamos algunos factores que nos explicarían esta osada determinación, nos encontraremos con las profundas crisis que ha sufrido el sector pesquero, fundamentalmente, salmonero en las ciudades del sur donde la producción ha mermado evidencialmente debido a brotes de virus que afectaban el “prestigio y la calidad” del producto, mayormente en el ámbito de la exportación, por lo que estas empresas se vieron obligadas a reducir el personal – en los peores casos – de hasta la mitad de sus trabajadores.
También podemos mencionar, que en Antofagasta y ciudades aledañas a ésta, se encuentran la mayor cantidad de yacimientos mineros, oportunidad tentadora ya que si bien el trabajo es más arduo y conlleva la renuncia a muchas cosas que implica el estar lejos de casa, aporta ingresos de hasta 3 veces mayores a los comúnmente percibidos. Significa la oportunidad de asociarse a grandes conglomerados con redes internacionales, con lo que crecen las oportunidades de surgimiento, dependiendo del rubro en el que uno se desempeñe.
Un último, pero no menos importante factor a analizar, es la centralidad en la que se encuentra Chile, donde la ciudadanía piensa (y en efecto, lo es) que el norte, por estar más cerca de la capital, tiene más y mejores oportunidades de logro. Todos estos factores, gatillan que el partir en busca de “suerte” a la zona norte, signifiquen una idea tentadora y no menos realista, de alcanzar mejores condiciones de vida.
Y tú ¿Crees que trabajar en el norte sea una mejor oportunidad?