Un día cualquiera en la U, conversas con tus amigos, te ríes y esperas a que llegue el o la profe del ramo más latoso de la carrera. Piensas que será el peor ramo de la malla y que será una tortura tener que aguantar todas esas extensas clases donde estás entre la barrera de estar dormido o contando cuantas nubes ves por la ventana. Observas que tus compañeros comienzan a entrar y tomar sus lugares y detrás de ellos, la imagen casi celestial del docente de tus sueños, esa persona que estuvo en tus pensamientos más secretos, aparece ahí y sabes que desde ese momento, nada será igual.
Ahora bien, bajando del TOPUS URANUS hay que pensar que se trata de algo muy “delicado” ya que, si bien, ambos son adultos, es casi un “romance ilegal”. Tienes que ponerte en las dos posibles situaciones de cómo se desencadene todo: Que te corresponda o que te mande a freír monos al África.
Chocan las miradas y hay intercambio de palabras, aunque tímidas, cargadas de intenciones de conocerse un poco más, una relación alumno – profesor colmada de risas cómplices y mensajes subliminales. Este es el caso evidente de que te corresponde, pero ¡ALTO! Es un (a) profesor y su peor pecado podría ser caer en las redes de un (a) alumno. Es cliché la frase que dice que el amor no tiene edad, condiciones sociales, etc. Y puede que sea verdad, pero ambos corren el riesgo de que alguna autoridad se entere y eso, sería el infierno para los dos. Por eso, debes tener mucho cuidado en tus relaciones afectivas. Trata de ser muy reservad@ y discret@. Los juicios morales andan a la orden del día y aunque para ti sea lo más normal, para otros, no tanto y en base a eso, querrán tomar acciones.
En el caso contrario, lo más probable es que el profesor te interrumpa mientras tú, anonadad@, navegas en el mar de sus ojos con un seco y áspero: “¿Está aquí o en la Luna?”. Estás en problemas, has sucumbido ante sus encantos pedagógicos. Lo mejor que puedes hacer en este caso, es convencerte que es imposible. Cambiarte de sección o en el caso más extremo, de U.
Como sea, escucha las dos partes de tu YO interno: Corazón y mente y ¡VOH DALE! Que en el amor y en la guerra, todo se vale.
Y tú ¿Te has enamorado de algún profe?