Siempre fui en colegio católico. Y debo confesar que más de alguna vez me vi en la situación de rogar a la divinidad que me alumbrara en alguna idea en una prueba o directamente que por arte del santísimo la prueba se hiciera sola.
Nunca resultó. Ni tampoco que una noche antes de la prueba la materia me entrara por ósmosis. Quizás por eso hoy no me considero ni devoto ni darwinista.
Pero de admitir que más de una vez pedí en la Universidad a San Expedito que por favor no fuera un rojo la nota que recibiera. O que por favor me sacara equis nota para poder pasar el ramo y no atrasarme en la carrera. Esto ocurrió en varias ocasiones.
Según el catolicismo, San Expedito es patrono de las causas urgentes, abogado de las causas imposibles y protector de los militares, los estudiantes, los jóvenes y los viajeros. Debe ser por esto que es tan popular entre los estudiantes. Además, fuera de cuento es en las pruebas y cuando estamos urgidos que nos acordamos de dios y sus santos.
Teresa de Los Andes es otra santa a la que se recurre en estos casos. Se trata de la primera persona nacida en chile y la primera carmelita descalza en ser elevada a dicha distinción. A ella se hacen peticiones que necesitan mayor tiempo y por ende se pagan con mandas más elaboradas, como una caminata hasta su santuario en Los Andes.
Una amiga me contó que cuando entró a estudiar Educación Diferencial le prometió a Teresa de Los Andes que una vez terminada la carrera le iría a dejar el delantal con el cual hizo todas sus prácticas. Y así fue. Se tituló de profesora y un sábado por la tarde viajó a agradecer el favor concebido.
San Francisco de Asís fue el fundador de la Orden Franciscana y es el inspirador del actual Papa Francisco. Un santo más cercano a los estudiantes de veterinaria, esto por su relación estrecha con el medio ambiente y los animales.
También están los santuarios populares que los estudiantes han atribuido poderse espirituales. Es el caso del mausoleo del ex presidente Balmaceda (1886- 1891), en el cual es posible ver en sus murallas plegarias como para pasar de curso, salir del colegio, obtener buen puntaje, para ser alguien en la vida, entre otros.
La animita de Romualdito está ubicada en la esquina de Alameda con San Borja y una réplica en el Patio 34 del Cementerio General. A estas también van los estudiantes a dejar sus peticiones y realizar mandas estudiantiles. Debe ser que por su trágica historia este personaje propio de la cultura urbana santiaguina cumpla las súplicas de sus devotos. Y junto que está emplazada a pasos de la Universidad de Santiago.
¿Y ustedes a qué santos recurren para hacer sus encargos estudiantiles?
Santito, por favor ayúdame a pasar este ramo...
Publicado
por
Sebastián Vivero