El sistema de AFP siempre ha estado en discusión y ya se anunció un proyecto de ley que busca cambiarlo. Y es que en la actualidad para llegar a pensionarse con unos $500 mil mensuales y pasar una vejez tranquila, sin apuros económicos, se calcula que para ello se necesitan $90 millones acumulados en la cuenta individual. Así lo estimó la Asociación Gremial de Pensionados del Sistema Privado de Pensiones (Anacpen).
Según la Anacpen, a marzo de 2013, casi 5 millones de personas (4.927.557) están cotizando en las AFP. Considerando un total de 9.333.114 usuarios, más de la mitad no se encuentra realizando aportes para su futura pensión, según cifras de la Superintendencia de Pensiones.
La organización además dio cuenta de la diferencia entre el ingreso promedio de los cotizantes, y la pensión promedio mensual. Mientras el primero alcanza los $565.762, la segunda solamente es de $79.169, por lo cual, argumentaron que “como sistema de pensiones, esto es un fracaso absoluto”.
En cuanto a las tasas de reemplazo, la Anacpen señaló que hay 493.481 pensionados de renta programada, quienes tienen un monto promedio de $120.781. Mientras que 460.042 jubilados con renta vitalicia, promedian $228.800. Por último, quienes tienen un promedio más alto, de $534.878, son los 16.691 pensionados con renta personal.
La organización cree que la omisión de información, cuando se creó el sistema en 1981, es un problema estructural que afecta a los usuarios. “Las pérdidas son solo para los pensionados; la pensión no es definida, sino que transitoria; existen altos costos de administración, y el funcionamiento es un sistema profético para la elección de fondo y formato pensión”.
El diagnóstico y conclusiones de la Anacpen fueron realizadas en el Senado, durante el seminario sobre el futuro de las AFP en mayo pasado. En la ocasión también se planteó una reforma profunda del sistema, contenida en 3 pilares. El primero que proponen consiste en instalar un solidario universal, en que todos accedan a una pensión mínima.
En segundo lugar, un pilar público de reparto, que se administre a través del Instituto de Previsión Social y en forma colegiada con quienes aportan al financiamiento.
Finalmente, el tercero que proponen es un pilar voluntario, de carácter privado y de capitalización individual. Esto último para todos aquellos que quieran tener una tercera pensión, “sin fines de lucro, además de la participación de los cotizantes en la administración de los fondos”.
Por otro lado, recientemente, la ministra vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, aclaró que la iniciativa gubernamental apuntará a los incentivos para extender por más tiempo a las personas laboralmente, y la competencia “real” en la industria previsional.
“La reforma previsional que se hizo bajo el gobierno de Michelle Bachelet fue un paso adelante, pero sin duda un avance insuficiente”, señaló Pérez.
Aunque a juicio del economista Gonzalo Cid, las soluciones planteadas en el proyecto no permiten atacar el problema de fondo. Según el investigador del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA), lo que se debe hacer es instalar un sistema de reparto que en hoy es totalmente rentable. Esto especialmente considerando que el año 2011 los chilenos cotizaron obligatoriamente 4,3 billones de pesos, mientras que las AFP pagaron solo 2,2 billones. Es decir, con las cifras actuales se podrían entregar el doble de pensiones.
Más allá de las discusiones por las soluciones de fondo, está claro que el sistema de AFP necesita cambios. De lo contrario, nos pasaremos la vida juntando 90 millones, para lograr una pensión de $500 mil pesos.