Las ventajas de tener un título universitario son ampliamente conocidas. Sabemos que, por lo general, los profesionales ganan más y que es bien valorado, socialmente, tener el “cartoncito” bajo el brazo. Pero además se acaba de conocer un estudio que relaciona la falta de estudios superiores con una mayor probabilidad de desarrollar cáncer. Un antecedente que quizás podría convencer a más de alguno de pensarlo dos veces antes de abandonar la Universidad.
“Tendencias de las desigualdades socioeconómicas en la mortalidad por cáncer en Chile 2000-2010”. Así se llamó el estudio realizado por la Pontificia Universidad Católica (PUC) y el Foro Nacional de Cáncer. La investigación determinó que los chilenos con acceso a la educación superior y de un mayor nivel socioeconómico, presentan menor vulnerabilidad a padecer cáncer. Para ello se consideró como grupo objetivo a la población mayor de 20 años y de todas las clases sociales, a lo largo de Chile.
En el caso de los hombres, los de menores recursos fallecen hasta 10 veces más que quienes poseen estudios superiores, esto según las cifras de 2010. Incluso durante 2004, el primer grupo alcanzó un peak de mortalidad 18 veces mayor que los segundos.
Mientras que las mujeres, en el año 2000, la mortalidad de quienes no tenían educación terciaria fue 10 veces mayor que las que sí la tenían. No obstante, en 2010 esta cifra se redujo a 8 veces.
Por otro lado, durante la década analizada, se produjo la muerte de 112.955 mujeres y 119.586 hombres, mayores de 20 años, a causa del cáncer. De este grupo, el 4,4% y 6,47% tenía estudios superiores. Además, el 11,7/% de las mujeres falleció producto del cáncer de mama; mientras que el 19,3% de los hombres, a causa del cáncer de estómago.
Pero la investigación – realizada por los doctores Jorge Jiménez de la Jara, Cristián Herrera, Roberto Rosso y la economista Lucy Khun- no solamente se centró en la educación superior, sino también en la escolaridad en general. De esta forma, también se concluyó que del grupo fallecido por esta enfermedad, el 57,18% de las mujeres, y el 54,83% de lo hombres, contaba con estudios básicos.
Más allá de los años de formación, la investigación determinó que la incidencia por muertes producto del cáncer, es mayor en quienes tienen menos recursos. ¿Pero por qué se explicaría esta tendencia? Jiménez de la Jara, profesor en el Departamento de Salud Pública de la PUC y presidente del Foro Nacional del Cáncer, identifica tres factores. Se trataría de la detección de un diagnóstico tardío, condiciones negativas ambientales y malos hábitos. Todos estos influirían en una “tendencia a elevar las cifras de mortalidad en hombres chilenos de estratos bajos”.
Según señaló el médico, “los pobres entonces, tienen una conciencia tardía y un tratamiento tardío”. Finalmente, apuntó a la necesidad de “demostrar que aquí hay un problema de carácter médico y también social”.
Cuando una vez más las movilizaciones estudiantiles parecieran ir en alza, este estudio confirma desde una perspectiva de salud, la importancia de garantizar una buena educación, sin la intermediación del dinero.
¿Qué te parecen los resultados de este estudio?
La educación superior ¿un anticancerígeno?
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Agustina