El Archivo y Centro de Documentación de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh) ha estado a la vanguardia en el rescate de la historia de los estudiantes. Guarda colecciones de documentos, cartas, videos, fotografías de prensa y afiches del movimiento estudiantil que, sin duda, son parte de los procesos de cambio experimentados por nuestro país en los siglos XX y XXI. Por ejemplo destaca el posicionamiento de instancias de participación ya tan tradicionales como el "mechoneo" y la Fiesta de la Primavera.
Desde su fundación en 2008, un equipo de diversas carreras, liderado por las periodistas Rocío Villalobos y María Loreto Rodríguez, se dedicó a la recopilación, orden y registro de los documentos de la Federación y del creciente movimiento estudiantil. También, presentó un libro financiado por Harvard llamado Archivos, Memoria y Movilización: Archivo de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y lanzó un catálogo virtual para la comunidad interesada.
La publicación se divide en cuatro ítems: génesis del proyecto de registro patrimonial; acercamiento a fondos documentales, que demuestra que es posible una investigación de los movimientos estudiantiles a partir del trabajo en archivo; artículos sobre el valor de los archivos en la sociedad y un dosier de fuentes, documentos e imágenes, que integran diversas colecciones.
Referente
"Es la primera vez que un actor social de esta importancia y un movimiento social como la FECh se preocupa de fijar los parámetros reales de su memoria y de sistematizar su memoria particular", ha manifestando sobre esta iniciativa Gabriel Salazar, Premio Nacional de Historia.
Este archivo es tremendamente importante, ya que permite entender cómo fueron movimientos estudiantiles anteriores a los que hoy marcan la agenda noticiosa nacional. Contiene material de diversas situaciones. Allí las luchas actuales tienen claramente vínculos y anclajes en un pasado lleno de errores y aciertos.
Durante la régimen militar la Universidad de Chile se vio despojada de sus sedes regionales, del Instituto Pedagógico y de gran parte de los documentos conservados por los estudiantes. A comienzos de los ‘90 los alumnos desarrollaron un proyecto similar que no perduró debido a una crisis institucional que la mantuvo cerrada durante cuatro años. Solo hace seis, el Archivo se convirtió en el primer registro patrimonial de los estudiantes chilenos. Una de las voluntarias que participó en este plan fue la entonces desconocida alumna de Geografía Camila Vallejo, una de las más populares ex presidentas de la FECh.
¿Qué te parece esta idea, dada la contingencia del movimiento estudiantil vigente?