Cuando la marihuana ya no es un tema tabú

La marihuana hace rato dejó de ser un tema tabú. Hoy en día, el tema acerca del consumo de cannabis se debate abiertamente, e inclusive el sábado 5 de mayo recién pasado se realizó una marcha a favor de la legalización de su consumo y autocultivo donde asistieron cerca de 20 mil personas. En Chile, si bien su consumo no está penalizado, sí está prohibido su cultivo y su compra.

La marihuana, tal como el sexo, el aborto, la homosexualidad, siempre fue tabú, e históricamente estuvo rodeada de prejuicios e ideas preconcebidas. Más de alguno de nosotros escuchó decir ‘ese tipo es un marihuanero’, con un tono despectivo que no deja dudas. Por lo mismo, este concepto siempre se relacionó con la delincuencia, la vagancia y el ocio.

Pero el tiempo va avanzando, y hoy se debate abiertamente al respecto. Incluso es parte de las discusiones y propuestas de los distintos candidatos presidenciales, y de la opinión pública en general.

Según un informe elaborado en Estados Unidos llamado ‘Estrategias para el Control Internacional de Narcóticos’, Chile es el país que registra los mayores índices de consumo per cápita de marihuana en la región. Esta realidad incentiva el debate entre los detractores y los defensores de la droga.

Dentro de los argumentos a favor, se sostiene que al legalizar el autocultivo se le daría un duro golpe al narcotráfico y a toda la delincuencia que lo rodea. Este flagelo lleva consigo la organización de bandas criminales que ponen en serio riesgo el bienestar y la seguridad de la población.

Otro de los argumentos son los altos costos que conlleva la lucha contra el narcotráfico. Los gastos en policías, fiscalía, juicios, sin llegar a ningún resultado en el tiempo, son un desperdicio según quienes están de acuerdo con legalizar el autocultivo de cannabis.

Los efectos terapéuticos de la marihuana es otra de las razones a favor. Son muchos los casos de enfermos de cáncer que dicen paliar los dolores y molestias de la enfermedad con el consumo de esta droga. Asimismo, existen médicos que recomiendan su consumo a pacientes con fuertes dolores musculares, articulaciones y dolencias que puedan ser tratadas con la popular yerba.

Por otra parte, existen quienes creen que la marihuana puede ser la solución para luchar contra el insomnio. Los efectos relajantes ayudarían a predisponerse al sueño.

También se señala que, si bien el consumo de marihuana puede tener algunos efectos nocivos a la salud, el daño es mucho menor si se le compara con el alcohol y el tabaco, que sí tienen el carácter de drogas legales.

Además, los efectos ni se le comparan a otras drogas duras como la cocaína, la heroína, la anfetamina, que generan dependencia física o mental. La marihuana entra en la categoría de drogas blandas como el hachis, el opio y la cafeína, que pueden generar dependencia mental, pero no física.

Los detractores de la marihuana mencionan que liberar su consumo y cultivo podría generar un aumento considerable de personas que se atrevan a experimentar. Se trataría de darle chipe libre y la juventud se vería tentada a tomar el camino de las drogas, y de terminar en sustancias más potentes y peligrosas. La marihuana sería la puerta de entrada para drogas duras.

También señalan que su consumo puede provocar desmotivación y desgano, y que puede desencadenar escenarios depresivos en personas con predisposición genética. Este sería el caso más serio, ya que podría derivar en cuadros de, ansiedad, psicosis, alucinaciones u otro tipo de enfermedad mental.

En definitiva, la marihuana es una realidad y como tal hay que enfrentarla. No podemos hacerle el quite a un fenómeno que tiene miles de años, y que ya quedó demostrado que prohibiéndola se logró poco y nada. Los altos costos y los nulos resultados lo demuestran. La regulación responsable de parte del Estado, la existencia de una educación que oriente hacia los reales efectos del consumo de la marihuana para que todos puedan decidir en real libertad su relación con esta droga, puede ser parte del camino a tomar para relacionarnos con ella de manera más seria y madura.

¿Y tú estás a favor o en contra de la legalización?