En nuestro trabajo, muchas veces debemos lidiar con un ambiente competitivo o con un jefe muy exigente. Son factores a tomar en cuenta a la hora de proyectarse en una ocupación. Pero también existen otros elementos que podrían hacerte perder el trabajo. La impuntualidad, la excesiva adicción a las redes sociales, no responder adecuadamente los correos electrónicos son parte de las conductas que te pueden costar el empleo.
Uno de los factores más recurrentes, y que suelen ser motivos de problemas con los jefes es la impuntualidad. Pasan los años, y ésta es una de las conductas más repetidas en los empleos. Esto se ve agravado con una ciudad cada vez más saturada en el horario peak y con un sistema de transporte deficiente. El despertador, la alarma del teléfono celular, la programación de encendido de tu televisor y la ayuda de alguien en casa, pueden solucionarte el problema. Si es necesario toma dos o más de estas medidas para despertar con más tiempo.
Por otra parte, y tomando en cuenta la modernidad, la excesiva adicción a las redes sociales puede poner en alto riesgo tu empleabilidad. La visita constante a las páginas de Facebook, Twitter, Tumblr, Linkedin o Youtube, además de los permanentes mensajes por WhatsApp, son conductas que, realizadas en demasía, son mal vistas por los empleadores. Inclusive, en algunos trabajos bloquean estas páginas de Internet, y permiten solo el uso del correo institucional.
También relacionado con el uso de Internet, la demora en responder correos electrónicos, la mala ortografía y redacción, o escribir con mucha rudeza y frialdad, pueden ser conductas que vayan sumando motivos para ser mal evaluado. En muchos trabajos urgen respuestas rápidas y fluidas por los canales institucionales de comunicación, y tomarse este trabajo con mucho relajo o frialdad puede hacerte pasar un mal rato.
Sumado a lo anterior, dejar las responsabilidades a última hora es algo que normalmente tiende a ser fatal. Cuando esa conducta se repite en el tiempo, los jefes no tardan mucho en percatarse de eso, y puedes pasar a ser candidato a dejar la empresa.
Además, tener una mala actitud para resolver problemas o hacer favores, reaccionar con berrinches ante algo que no resultó como esperábamos, te puede costar caro. Hoy en día, las empresas tienden a fomentar el buen ambiente laboral. El clima organizacional es un bien preciado por los empleadores, y atentar contra él te puede hacer quedar sin trabajo.
Relacionado directamente con el punto anterior, la necesidad de sociabilizar con el resto de los miembros de tu trabajo es fundamental. La cordialidad, el fomento por el buen trato, la buena comunicación, y el respeto mutuo con compañeros de trabajo y con los superiores, son elementos muy importantes a la hora de realizar las evaluaciones. La idea es que no te conviertas en un ermitaño que no se relacione con el resto, y que salude de mala gana.
En definitiva se trata de mantener un equilibrio entre el trabajo, la responsabilidad, y un buen ambiente laboral con los debidos momentos de esparcimiento y de recreación. No caer en los excesos, y cumplir con ciertas normas básicas de convivencia pueden ser la clave para conservar un empleo.