Cuando el tema de la educación está permanente siendo debatido en todas las esferas de la opinión pública, y se hacen urgentes modificaciones que apunten al mejoramiento de la calidad, un difícil escenario sale a la luz: cada vez son menos los profesores de matemáticas y ciencias. Bajos sueldos, posibilidades más atractivas en otros empleos, son parte de las variantes que explican este complejo panorama.
Según un estudio del Sistema de Información de la Educación Superior (SIES) del ministerio de Educación, en 2011 hubo una baja de un 17% respecto a los profesores de matemáticas y ciencias tomando en cuenta a los que se titularon en 2009. Además, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en Chile existe un déficit de profesionales de la educación en ciencias que alcanza el 35%.
Dentro de los motivos que explican estos números, los bajos sueldos de las pedagogías son un claro incentivo para buscar nuevos horizontes laborales. Con el exigente trabajo en el aula, el sueldo de los docentes suele ser exiguo, y aun más tomando en cuenta el cúmulo de trabajo que comúnmente se llevan los profesores para el hogar.
En relación con lo anterior, la sobrecarga de trabajo de los profesores de matemáticas suele ser un importante elemento a la hora de evaluar un futuro laboral. Los profesores de esta área generalmente tienen muchas horas de clase, y por las características de la asignatura y las mallas curriculares, deben realizar un minucioso y exigente trabajo a la hora de elaborar guías, pruebas y la corrección de las mismas. Estos factores influyen a la hora de no elegir esta carrera.
También existen muchos profesionales de otras áreas (ingenieros principalmente) que por diferentes circunstancias se han visto frente a la posibilidad de trabajar haciendo clases. Generalmente lo hacen por un tiempo determinado, mientras encuentran empleo en su profesión. Como este fenómeno ha ido progresivamente en aumento, también pasa a ser parte de los factores que inciden en la merma de profesores de matemáticas y ciencias.
A su vez, existen profesores que prefieren orientar su carrera hacia la investigación, y optan por continuar estudios de postgrado, o derechamente estudiar una carrera afín, con el objetivo de no hacer clases y de tomar otro rumbo.
La pedagogía es una de las carreras que presentan mayores complicaciones en el ejercicio profesional. Los bajos sueldos y, en muchas ocasiones, precarias condiciones de trabajo conspiran contra el buen desempeño de esta importante labor. Para revertir este escenario es importante entender que la pedagogía es una de las áreas claves para el bienestar de cualquier sociedad. Debido a esto, el tema debe ser asumido con una perspectiva país, donde las autoridades tomen las medidas correspondientes fomentando la calidad de la educación, y propiciando las condiciones necesarias para que los profesores puedan realizar su labor como corresponde. Este podría ser un buen incentivo para continuar formando a más profesores.