Cuando el cansancio, luego de largas horas de trabajo, pasa la cuenta, pareciera que no somos capaces de tener ninguna buena idea creativa. Sin embargo, hasta en los contextos más adversos, una lluvia de ideas, o brainstorming, es una de las técnicas más poderosas a la hora de pensar en posibles soluciones a un problema.
Además, los beneficios de realizar un brainstorming no solamente se reducen a generar buenas ideas, sino también puede lograr convertir una reunión común y corriente, en una realmente productiva.
Por ejemplo, una de las ventajas de recurrir a este método, es el incentivo a la innovación. Una vez que se nos motiva a pensar, es cuando se nos pueden ocurrir las grandes ideas. Es importante dedicar tiempo a deliberar sobre posibles soluciones a los problemas. Generalmente, nos limitamos a seguir lo que otros ya han hecho, pero una vez que nos tomamos en serio la tarea de pensar y nos reunimos en torno a ella, los resultados pueden sorprender.
Si bien a veces puede parecer que durante el brainstorming no se ha propuesto nada muy bueno, es cosa de seguir perseverando. A las ideas brillantes se puede llegar por medio de un largo camino, o a veces surgen repentinamente, tal como cae una manzana desde un árbol.
Dos cabezas piensan mejor que una, se suele decir. Este dicho popular se vuelve aún más certero cuando se trata de una lluvia de ideas. Aunque parezca casi un juego, la verdad es que esta técnica puede incidir en el aumento de la productividad. Cuando un grupo de personas está comprometida para lograr algo, siempre encontrará respuestas que se potenciarán con el trabajo y reflexiones de todos. Quizá uno proponga algo que no suene muy convincente, pero eso mismo puede ser el detonante para que a alguien más se le ocurra una idea mucho mejor.
Bajo esta perspectiva, otro beneficio es que ayuda a propiciar un ambiente agradable y participativo, ya que generalmente las lluvias de ideas promueven un ambiente relajado, permitiendo que los participantes se sientan con la confianza de proponer lo que quieran, fortaleciendo así el trabajo en equipo.
Asimismo, podrá aumentar la motivación, puesto que para lograrla, es decisivo que nos sintamos parte de algo y que seamos tomados en cuenta. Es decir, que nuestro trabajo importe y que el resto así también lo perciba. De esta forma, todas las tareas que realizan los distintos trabajadores se vuelven necesarias y complementarias.
Por lo anteriormente mencionado, otra de las grandes ventajas de esta técnica es que mejora la comunicación dentro del equipo de trabajo. Uno de los grandes obstáculos para una buena comunicación, es el temor al rechazo, pero gracias al brainstorming se pueden romper los esquemas jerárquicos, venciendo el miedo a decir algo que no guste al resto. Precisamente de eso se trata: no dejar ninguna propuesta afuera, todas las ideas son bienvenidas.
Por último, recuerda que si bien se trata de una técnica bastante espontánea, hay algunos consejos que pueden ser de gran utilidad. Nombrar un coordinador, fijar algunas reglas, no criticar ninguna idea propuesta y tener un encargado de anotar, son algunas simples recomendaciones que te permitirán realizar un buen brainstorming.
¿Crees que el brainstorming ayuda en la productividad de una reunión?